Durante el Encuentro Internacional por la Libertad de Prensa: Desafíos y Oportunidades en el Perú, que congregó a periodistas nacionales y a especialistas internacionales en la materia, se pudo conocer los principales desafíos que aquejan a la prensa peruana. El evento se desarrolló este 6 de mayo en la ciudad de Lima.
Como parte del programa se desarrolló el panel Riesgos de la Labor Periodística en el Perú, donde participaron las y los periodistas Paola Ugaz, de Nativa TV; Rosa María Palacios, de Radio Santa Rosa y La República; Manuel Calloquispe, corresponsal de la región de Madre de Dios y Liubomir Fernández, corresponsal de la región de Puno.
Ellos expusieron situaciones de acoso y atentados que sufren en el ejercicio de su profesión. La mesa de diálogo fue moderada por la periodista Nelly Luna, fundadora del portal Ojo Público.
Un corresponsal en La Pampa
Manuel Calloquispe es un periodista reconocido por su labor de corresponsal en Madre de Dios, donde reside. Él ejerce su labor desde esta zona, donde las economías ilegales toman el control, como es el caso de La Pampa y la minería ilegal. “Vengo cubriendo temas de deforestación por la minería ilegal, el avance y cultivo de coca en mi región desde el año 2009”, comentó.
Calloquispe resaltó parte de sus experiencias como corresponsal. Uno de ellos es el caso de los Guardianes de la Trocha, una banda delictiva que garantiza la seguridad de los mineros ilegales, asesinando y destruyendo familias que acuden a La Pampa para obtener ingresos económicos.
Para el periodista de Madre de Dios, publicar sus notas periodísticas sobre los casos de los desaparecidos, personas asesinadas y los daños ambientales por la minería ilegal fueron un enorme riesgo. “Estas notas aparecen sin mi nombre (…) porque si yo me vinculaba con esa información, hoy no estuviera contando el testimonio. (…) me amenazaban, me insultaban, me corrían, no me dejaban grabar (por los mineros)”.
Atentados contra Calloquispe
El periodista reveló que también atentaron contra su vida, delante de su familia. “Un día en la madrugada, llegaron a mi casa un grupo, tocaron la puerta y entraron a mi casa y ahí me golpearon, me patearon y mis hijos estaban delante de eso (…) los vecinos presionaron y los manifestantes mineros tuvieron que salir de mi casa”, cuenta.
“Ese recuerdos todavía se quedan en mi mente”, son palabras de Manuel que se quiebran cuando habla de como su familia vive los maltratos que recibe por parte de los mineros. En los 11 años que trabaja cubriendo para medios nacionales, seis fueron las veces que atentaron contra su vida.
En el 2023, Manuel denunció por la vía legal con nombres y fotografías de las personas que lo persiguen pero hasta la fecha no prosperan. “Una vez le sacó (por sus atacantes) el freno de mi moto cuando yo estaba en la calle y cuando arranqué la moto no tenía frenos (…) si aceleraba con fuerza me mataba y hubiera sido un accidente, no hubiera pasado nada”, informó. Las garantías que solicitó no lo ayudaron y ni lo protegieron.
Otros testimonios
Por su parte, la periodista Rosa María Palacios señaló que sufrió siete atentados físicos y verbales en su domicilio, a manos del grupo civil La Resistencia, también conocidos como ‘La pestilencia’. Denunció que existen medios que respaldan la agresión verbal, a través de columnas de opinión y programas de televisión, sin ningún respeto por las periodistas mujeres.
En ello coincide la periodista Paola Ugaz, víctima de hostigamiento y de procesos judiciales desde que publicó su investigación sobre el grupo religioso Sodalicio de la Iglesia Católica. Paola mencionó que hace seis años es objeto de una campaña de desinformación que le trajo consigo procesos en la Fiscalía por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Denuncia que ella y su familia fueron expuestas en diversos medios.
La periodista Nelly Luna señaló que se vive en uno de más críticos para el periodismo en el Perú. “Desde que el Perú recuperó la democracia en el año 2000, nos encontramos en uno de los momentos más críticos para ejercer el periodismo en el Perú, una democracia deteriorada, un régimen cada vez más autoritario y un evidente desequilibrio de poderes que beneficia al Congreso de la República”, enfatizó.
