domingo 24, noviembre 2024

Óbolo: la chocolatería chilena que se apasionó por el cacao de Pangoa

Mark Gerrits, fundador de la chocolatería, es un promotor de la conservación de los bosques y busca que sus productos tengan una huella baja de carbono. La cercanía entre Perú y Chile fue trascendental para el traslado de su ingrediente principal.

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Si hay un motivo adicional para sentirnos orgullosos de nuestro país en los últimos años, ese debe ser el de convertirnos en buenos productores de cacao. Un cultivo sostenible que, mayormente, se trabaja en las fincas de la ceja de selva de nuestra Amazonía. Esto lo conoce muy bien Mark Gerrits, un norteamericano, que fundó Óbolo Chocolate en el 2014.

Una marca de chocolates o como prefiere llamarlo “un estilo de vida, una pasión con ética social y medioambiental”. Óbolo, ubicada en la ciudad de Santiago de Chile, es ganadora de premios y reconocimientos por la calidad de sus productos. A la fecha llevan 16 medallas por la Academy of Chocolate Awards en Londres, desde el 2016.

Óbolo es una marca apasionada que innova en sabores, por eso cuenta con una gran variedad de chocolates. Los elaboran con insumos endémicos de Chile e ingredientes naturales, pero su secreto está en los granos de cacao nativo con fino aroma, que provienen de la ciudad de Pangoa, ubicada en la provincia de Satipo, región Junín.

Óbolo: la chocolatería chilena que se apasionó por el cacao de Pangoa
Óbolo ofrece una amplia variedad de chocolates que distribuye en todo Chile, a través de su página web. (Foto: Inforegión)

Bean to bar (del grano a la barra)

Mark Gerrits es sociólogo y fundador de Óbolo Chocolate. Durante más de 20 años, trabajó en organizaciones dedicadas a la conservación ambiental y comunidades indígenas en Latinoamérica. Pero fue en la selva de Ecuador y sus pueblos amazónicos, con las que reforzó sus conocimientos sobre la producción de cacao, asesorando y gestionando proyectos de este tipo.

Su impulso por emprender en la creación de productos orgánicos desde muy joven, lo llevó a incursionar en el chocolate artesanal. ¿Por qué no elaborar chocolates finos y de diferentes tipos en un país que se encuentra tan cerca de la Amazonía?.

Implementó el modelo bean to bar (del grano a la barra), una tendencia que no solo busca tener un buen cacao, sino tener información y controlar los procesos que se realizan en el país de origen. Desde la recolección, fermentación y secado del grano. Mark considera que Óbolo es una de las pocas, sino la única, que realiza todas estas etapas para la elaboración de chocolates en Chile.

¿Cómo llegaron a Pangoa?

Sus constantes viajes a Perú le permitieron encontrar a la Cooperativa Agraria Cafetalera Pangoa. Uno de los gremios más emblemáticos de la selva central, que desde 1977 se mantiene en el mercado de la exportación de café y cacao.

Óbolo: la chocolatería chilena que se apasionó por el cacao de Pangoa
Mark Gerrits, fundador de Óbolo Chocolate, en una de sus visitas a la Cooperativa de Pangoa. (Foto: Óbolo Chocolate)

En un viaje que realizó en el 2015 a nuestro país, Mark conoció a Esperanza Dionisio, en aquel momento gerente general de la cooperativa, quien le mostró el trabajo que realizan con productores de café y cacao.

Mark se apasionó por la calidad del cacao que ofrecían, por sus sabores, sus aromas, sus procesos y el trabajo con el productor. En una entrevista a un medio chileno, mencionó que su elección también se debía a los perfiles que encontró, “(…) un perfil afrutado, con notas a frambuesa, a guinda, a frutos rojos”, señaló.

La cooperativa y el aprendizaje

Reconocida mundialmente no solo por la calidad de sus granos, sino también por la producción de sus chocolates. La Cooperativa Agraria Cafetalera Pangoa agrupa a más 700 familias socias. Organizados, y pese a todo incoveniente, la Cooperativa sigue creciendo y generando grandes expectativas.

Óbolo: la chocolatería chilena que se apasionó por el cacao de Pangoa
Mark junto a su familia visitando las fincas de cacao en el distrito de Pangoa. (Foto: Óbolo Chocolate)

Antecedentes que generaron en Mark vínculos de confianza y los convirtió en su principal proveedor de cacao. El lazo comercial que tiene Óbolo Chocolate con la cooperativa fue superado por el aprendizaje mutuo. Visitas realizadas a la ciudad de Pangoa permitieron intercambiar conocimientos y experiencias por ambas partes, trayendo consigo grandes logros.

«En el año del 2022, hicimos una capacitación al equipo de Pangoa sobre lo que hacemos aquí en Chile con los chocolates infusionados, uno con eucalipto, uno con cedrón, que quedaron muy bien (…). después nos cuentan que lo lanzaron como producto final y llegaron a ganar premios internacionales (…), lo que nos llenó de orgullo», comenta Bryan Sepúlveda, colaborador de Óbolo Chocolate.

En efecto, en el 2023 la cooperativa ganó el primer lugar con su chocolate de cedrón, en el 3º Concurso Internacional de Chocolates elaborados en el Origen. Este evento es organizado por la Agencia de Valorización de Productos Agrícolas (AVPA) en Francia.

Óbolo: la chocolatería chilena que se apasionó por el cacao de Pangoa
La cooperativa obtuvo el primer lugar en el 3º Concurso Internacional de Chocolates elaborados en el Origen en el AVPA en Francia con su barra de chocolate de cedrón. (Foto: CAC Pangoa)

Cacao peruano en Chile

Según los proveedores de investigación de mercados de consumo Euromonitor, Chile es uno de los países con mayor consumo de chocolate en Latinoamérica en cuanto a volumen y valor. El consumo por persona, en este país, tiene un promedio de 2,1 kg al año.

En ese sentido, Mark y Óbolo se han vuelto anfitriones de nuestro cacao peruano. Gracias a ellos, los paladares de los chilenos conocen el sabor de nuestros granos y el trabajo que realizan los productores.

Si deseas conocer más de ellos, úbicalos en sus redes sociales o página web.

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