UCAYALI. Rosembert Veramendi Vidal, amante del café y emprendedor visionario, ha dado vida a su pasión con la apertura de Café Aguaytía, la primera cafetería establecida en la pintoresca ciudad de Aguaytía, ubicada en la provincia de Padre Abad.
Veramendi contó a Inforegión que su abuelo viajaba desde Huacaybamba hasta el Valle del Monzón (Huánuco), llevando café en viajes que duraban de 7 a 14 días, que no solo evidenciaban la dedicación de su abuelo, sino que también resaltaban la conexión apasionada que, desde su infancia, que él y su familia mantenían con el producto.
La idea de abrir una cafetería tomó forma cuando, en una visita a Lima, Veramendi Vidal se inspiró al visitar una pequeña cafetería. Quedó encantado del lugar, y se comprometió consigo mismo a materializar su sueño de tener su propia cafetería algún día.
Pasión por el café en Aguaytía
Al conocer Aguaytía, notó la falta de lugares que ofrecieran café de calidad y decidió llenar ese vacío. Café Aguaytía abrió sus puertas el 27 de octubre de 2017. El empresario destaca la importancia de conocer el proceso del café desde la finca hasta la taza. Además, reconoce el papel fundamental de los caficultores de la Cooperativa Agraria Cafetalera Cordillera Azul, ubicada en el centro poblado La Divisoria, en la creación de un café excepcional.
A pesar de los desafíos iniciales y las dudas de algunos sobre la viabilidad del negocio en Aguaytía por el clima cálido, Café Aguaytía ha logrado consolidarse como un punto de encuentro para la comunidad.
“Siempre he creído en el poder del café para unir a las personas y crear momentos especiales. No solo queremos ofrecer una excelente taza de café, sino también crear un lugar donde la comunidad pueda reunirse, compartir historias y disfrutar de la magia que solo el café puede brindar», resaltó Veramendi.
La cafetería ofrece café caliente, café helado y pizzas artesanales, destacando especialmente el éxito del frappé de café, que se ha convertido en el producto estrella.
Con el tiempo, el negocio ha ampliado su clientela, demostrando que la comunidad aprecia la cultura del café. “Gracias a la gente de Aguaytía que nos ha acogido, yo me considero aguaytiano, me pienso quedar aquí y hacer crecer más el consumo local”, enfatizó el emprendedor.
Café Aguaytía es un testimonio de perseverancia, amor por el café y el impacto positivo que un emprendimiento puede tener en una comunidad, generando espacios donde la pasión y la calidad se fusionan para crear una experiencia única.