JUNÍN. El proyecto de “Mejoramiento de los servicios de gestión de la diversidad biológica del Gobierno Regional y nueve municipalidades provinciales de Junín” busca recuperar los ecosistemas degradados de los bofedales altoandinos.
En ese marco, la Gerencia Regional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental de Junín está construyendo 15 diques con tecnología ancestral. Estas infraestructuras están siendo construidas con rocas, arcilla y champas.
Zonas de intervención
Los diques podrán acumular hasta 50 mil metros cúbicos de agua en cada bofedal. De esta forma, durante los meses de sequía, de julio a setiembre, se podrá usar este recurso para la agricultura y ganadería de las poblaciones altoandinas. Asimismo, el agua es importante para la vida silvestre y los servicios de regulación hídrica.
La selección de las zonas de intervención se basó en el mapa de ecosistemas degradados del Ministerio del Ambiente. Se priorizaron las comunidades de San Juan de Ondores y Santa Clara de Chuyroc, provincia de Junín; Corotayoc y San Andrés de Cotosh, provincia de Tarma; Santa Bárbara de Carhuacayán, provincia de Yauli; Santa Rosa de Casca y San Antonio, provincia de Chanchamayo.
También se consideró a las comunidades de Toldopampa 1 y 2 y Ulluymarca-Huancamachay, provincia de Satipo; Racracalla y Usibamba, provincia de Concepción; Bellavista, provincia de Chupaca; Llamapsillon, provincia de Huancayo; y Ricrán, provincia de Jauja.
Compromiso de las autoridades de Junín
Los presidentes de estas comunidades se comprometieron a organizar a su población y trabajar conjuntamente con los especialistas. Los diques beneficiarán a más de 75 mil habitantes. Asimismo, se ejecutará el proyecto para aprovechar el agua de lluvia y evitar su pérdida en la época de estiaje. De esta forma, se recuperarán los ecosistemas y se beneficiará la agricultura y ganadería locales.
“Para nosotros es una prioridad atender la gestión de los recursos hídricos para la conservación de la diversidad biológica, frente a los impactos del cambio climático que también ha generado déficit hídrico”, puntualizó Walter López, gerente regional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental.
Para la segunda fase del proyecto, en 2024, se ha previsto el monitoreo ambiental de los ecosistemas y la biodiversidad en la región Junín. Esto permitirá trabajar de manera articulada con los nueve gobiernos locales en el monitoreo de la calidad de agua, aire, suelo y ruido.
