Durante la COP28 el Perú propone la creación del Fondo Climático para Mujeres Indígenas. En ese sentido, la ministra del Ambiente, Albina Ruiz, planteó esta iniciativa para hacer frente a los impactos del cambio climático. El fondo “mejorará las capacidades de las mujeres indígenas, permitiendo que accedan a recursos que contribuyan a la implementación de acciones de mitigación y adaptación en sus territorios”, aseguró.
La propuesta beneficiará a más de 3 000 000 de mujeres de poblaciones originarias del Perú y contará con dos componentes: fortalecimiento de capacidades y liderazgo; y recursos para la acción climática, que permitan reducir la vulnerabilidad asociada al cambio climático.
Ruiz sostuvo que el lanzamiento de la misma es un hito en las acciones que desarrollan los pueblos originarios, especialmente la población femenina que es muy vulnerable al cambio climático. “Merecen una atención inmediata y focalizada en sus territorios para que sus planes de vida no se vean afectados”, aseveró.
“Esperamos que más países, aliados del sector privado, y del financiero; la cooperación internacional y la sociedad civil se sumen. Esperemos que en enero podamos aprobar esta versión preliminar de nota de concepto y durante el primer trimestre de 2024 contar con un Plan de Trabajo que ayude a fortalecer su rol como lideresas en la lucha contra el cambio climático”, añadió.
Reacciones ante esta iniciativa
Al respecto, la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap) precisó que el lanzamiento de dicha iniciativa se dio sin aprobación suya. Al respecto, Ketty Marcelo, presidenta de Onamiap, sostuvo que la propuesta nació de las organizaciones de mujeres indígenas.
Resaltó que “el fondo es un derecho que nosotras las mujeres nos merecemos”, pues viven y enfrentan el cambio climático en sus territorios. Recordó que hace cinco años la Onamiap postuló al fondo de la Declaración Conjunta de Intención (DCI) y se les negó el financiamiento. La respuesta fue que no había fondos para las organizaciones de mujeres.
Por su parte, Lola Cabral, mujer maya q’eqchí de la comunidad rural del municipio de Livingston, de Guatemala, puso de relieve la propuesta peruana con la cual se reconoce la labor de sus pares en la preservación de la Madre Tierra.
En tanto, María Elena Irey y Kelly Patiachi, ambas del pueblo Harakbut; y Ketty Marcelo, presidenta de la Onamiap, todas del Perú, coincidieron en que la participación de la mujer indígena en un contexto de cambio climático es clave. Esto debido a que son conservadoras de semillas y poseedoras de conocimientos ancestrales para enfrentar al cambio climático.
A su vez, Raquel Tupinambá, coordinadora del Consejo Indígena Tupinambá de Brasil, remarcó el rol clave de sus comunidades en la conservación y la puesta en valor del bosque en pie. También resaltó la importancia de que organizaciones de mujeres se fortalezcan para acceder directamente a fondos.
Desde la cooperación internacional, los representantes de Noruega, Reino Unido, Alemania y Singapur se mostraron expectantes ante la posibilidad de abrir oportunidades de cooperación que impulsen la puesta en marcha de este fondo.