MADRE DE DIOS. Más de 200 agricultores de comunidades nativas y agrarias se reunieron en el Ecocentro de la comunidad de Rompeolas para realizar “el intercambio de semillas y saberes”. Se trata de una de las actividades de la cultura ancestral de las comunidades nativas de nuestra Amazonia. El festival es el 19° encuentro para este intercambio organizado por los agricultores.
Con mucha anticipación ellos preparan sus semillas para traerlas al evento e intercambiarlas. Esto lo hacen a través del trueque donde comparten saberes, usos y prácticas sobre la utilidad de las semillas y plantas. Es así como, en el encuentro, “los agricultores buscan conservar y rescatar las semillas en su estado natural, que se está perdiendo”, dice Luis Alberto Farfán Nina, presidente de la Asociación de Agricultura Ecológica.
Desde las comunidades nativas y agrarias que laboran en lo profundo del bosque, en las orillas de los ríos Tambopata y Madre de Dios, llegan en este día para reivindicar una práctica de la cultura ancestral amazónica y la conservación de los bosques. En envases traen semillas de pona, ungurahui, huayruros, aguajes, sojas como tamshi, ayahuasca, renaquilla, bombonaje, cañas y espinacas silvestres, arroz charapita y la castaña, únicas de la región.
Además, en el festival son presentadas plantas comestibles como la papa aérea, la sachapapa morada, la blanca, la papa walusa; así como tomates cherrys que son de pequeña dimensión. En el festival se presentaron entre 150 y 180 especies de semillas y plantas, nativas de la región Madre de Dios.
Las semillas son la razón de ser de la agricultura. “No hay agricultura sin semilla. Sería imposible pensar una agricultura sin semillas”, dice Pedro Casanova, agricultor y promotor de la agricultura ecológica y el primer organizador de este evento en esta región, desde hace 20 años.
Para los agricultores y comunidades nativas “el único banco de germoplasma es el bosque y la chacra, la parcela agrícola de los agricultores; es el bosque, donde está la mejor semilla que tenemos”, explicó Casanova. Los que deberían ser celosos guardianes de esta semilla son los que tienen la chacra. Y quienes deberían tener el control de los bosques son los agricultores. “Y el mensaje de hoy es no dejarnos arrebatar el control de nuestras semillas”, reclamó.
Plantas medicinales en el festival
Cada semilla, cada planta, cada especie del bosque tiene usos múltiples. Son usadas para la alimentación, medicina, como madera o para dar sombra. La Amazonía tiene recursos valiosos que requiere conservar, preservar, cuidar, distribuir; así como tener el control de la semilla. Así lo explica Isabel Mishaja Shajao, de la comunidad nativa de Infierno. Ella trajo el sacha jergón, planta que usa para curar la diabetes.
Isabel dice que toma la papa que tiene la planta y se corta en rodajas. Se prepara la harina en molino. En un mate se toma una cucharada, tres veces al día, y así se cura y controla la diabetes. También nos presenta la “caña caña” (una caña de origen silvestre) cuyo jugo se usa para curar la fiebre y bajar las altas temperaturas del cuerpo. Y la ayahuasca, una soga que “se hace hervir con otras plantas, que prepara un chaman, y te convida en copitas, esta planta te cura de tus enfermedades”, añadió.
Leonor Mishaja, de la comunidad nativa de Infierno, nos presenta semillas que ha recogido del bosque: cashapona, pona, ungurawui, yarina, etc, con las que confecciona collares y aretes. Las semillas de achotes se usan como pinturas o colorantes. También nos muestra sojas -como el bombonaje y tamshi- con las que elabora sombreros y abanicos.
Por su parte, Rosalía Dancuar Grifa, de la comunidad nativa de Pariamanu, trajo caña negra y espinaca silvestre. Ambos son productos naturales de la selva de Madre de Dios. A ello se añaden ají dulce, limón rugoso y el arroz charapita, una especie que se siembra en las comunidades nativas, y guisadores.
Hay otras plantas como el vetiver, usada en la ingeniería para la estabilización de las laderas, pendientes y la protección de suelos. En tanto, amor de hombre es una enredadera usada como techo verde para conservar la humedad. Vive con muy poca tierra y es una planta medicinal que se usa para curar los riñones y el hígado. La pitanga amarilla es una fruta nativa, muy parecida a la carambola. Todas crecen en los bosques de Madre de Dios, dice Casanova.
Más datos sobre el festival de intercambio de semillas
En el festival se presentó a las abejas nativas sin aguijón, “meliponas”, únicas de la región Madre de Dios. “Ellas son las responsables de la conservación de nuestros bosques y de la producción de semillas. Sin las abejas no existirían los árboles”, dice Silvio Cruz, agricultor dedicado a la crianza de las abejas meliponas. Estas abejas sin aguijón siempre han existido en la región Madre de Dios y son las responsables de la polinización de las flores y para que tengamos las semillas en este evento, dijo.
En el encuentro también se elaboraron platos de comida con los ingredientes naturales de la cosecha de los agricultores de esta región. El chef Roy Riquelme preparó un mix de castaña con ensalada de espinaca verde. Se usó aceite de castaña, ají dulce, sacha papa, sacha culandro con harina de castaña. “Todos los productos usados en esta receta son productos naturales de la región de Madre de Dios”, precisó.