2024 será recordado como el primer año en que la temperatura media global superó el umbral de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, establecido como límite crítico en el Acuerdo de París. Según el informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), respaldado por la Comisión Europea, la temperatura media alcanzó 15,10 °C, lo que representa un aumento de 0,72 °C respecto a la media del período 1991-2020 y 0,12 °C más que 2023, el anterior año más cálido registrado.
Carlo Buontempo, director del C3S, explicó que estos datos confirman la magnitud del desafío climático. “Todos los conjuntos de datos de temperatura global muestran que 2024 fue el año más caluroso desde que comenzaron los registros en 1850. La humanidad es dueña de su destino, pero nuestra respuesta al desafío climático debe basarse en pruebas. El futuro está en nuestras manos”.
Este aumento sostenido de las temperaturas no es un fenómeno aislado. De hecho, cada uno de los últimos diez años (2015-2024) figura entre los diez más cálidos desde que existen registros. Durante 2024, once de los doce meses del año tuvieron temperaturas mensuales promedio que superaron el umbral de 1,5 °C.
Impactos en los océanos y la atmósfera
Los océanos, que actúan como reguladores del clima, también alcanzaron récords alarmantes. La temperatura media anual de la superficie del mar (TSM) llegó a 20,87 °C, el nivel más alto jamás registrado, superando en 0,51 °C la media del periodo de referencia 1991-2020. Este fenómeno, exacerbado por el evento climático El Niño, tuvo un impacto significativo en las corrientes marinas, la biodiversidad y las comunidades costeras.
El Niño alcanzó su punto máximo en diciembre de 2023 y continuó influyendo en las temperaturas globales durante la primera mitad de 2024. Incluso tras su finalización, las temperaturas del océano se mantuvieron anormalmente altas, afectando grandes regiones del planeta, señala el informe.
Además, la atmósfera mostró signos claros de alteración climática. El vapor de agua en la atmósfera global alcanzó niveles récord, con un aumento del 5 % respecto a la media de 1991-2020. Esto amplificó fenómenos como lluvias torrenciales, ciclones tropicales y olas de calor, que en conjunto causaron graves daños en numerosas regiones.
Samantha Burgess, estratega climática del CEPMPM, enfatizó: “Estas altas temperaturas globales, unidas a niveles récord de vapor de agua en la atmósfera mundial en 2024, se tradujeron en olas de calor sin precedentes y episodios de lluvias torrenciales, que han causado sufrimiento a millones de personas”.
Fenómenos extremos y estrés térmico
El calentamiento global intensificó los fenómenos meteorológicos extremos. Durante 2024, los incendios forestales alcanzaron niveles devastadores en América. Bolivia y Venezuela registraron las mayores emisiones de carbono por incendios forestales jamás vistas, mientras que Canadá vivió su segundo año más alto en emisiones de este tipo.
En Perú, los incendios forestales afectaron a 22 regiones, causando más de 20 muertes, 165 heridos y devastaron más de 3500 hectáreas de terreno, además de provocar la muerte de más de 370 animales. Ante esta situación crítica, el Gobierno se vio obligado a declarar el estado de emergencia en regiones como Amazonas, Ucayali y San Martín, buscando contener los daños y proteger a las comunidades afectadas.
Paralelamente, el estrés térmico extremo afectó a vastas áreas del planeta. El 10 de julio se registró un récord: el 44 % de la superficie terrestre experimentó condiciones de “estrés térmico fuerte a extremo”.
Reducción de hielo polar y gases de efecto invernadero
El derretimiento de los polos también alcanzó niveles alarmantes. La extensión de hielo marino en la Antártida fue la más baja para un mes de noviembre desde que comenzaron los registros por satélite, mientras que el Ártico sufrió caídas en su cobertura de hielo a partir de julio. Estas reducciones afectan los patrones climáticos globales y aceleran el calentamiento del planeta.
Por su parte, las concentraciones de gases de efecto invernadero siguieron aumentando. En 2024, los niveles de dióxido de carbono alcanzaron 422 partes por millón (ppm) y los de metano 1897 partes por mil millones (ppb), ambos récords históricos. Laurence Rouil, directora del CAMS del CEPMPM, advirtió: “Nuestros datos señalan claramente un aumento global constante de las emisiones de gases de efecto invernadero, que siguen siendo el principal agente del cambio climático”.
Nuestro futuro exige acción inmediata
Es importante destacar que el informe aclara que, aunque superar el límite de 1,5 °C en 2024 no implica que se haya rebasado oficialmente el umbral establecido por el Acuerdo de París, el cual se basa en un promedio de las anomalías de temperatura durante al menos 20 años, sí evidencia que las temperaturas globales están aumentando a niveles que la humanidad moderna nunca antes había experimentado.
«El futuro está en nuestras manos; una acción rápida y decisiva aún puede cambiar la trayectoria de nuestro clima futuro», concluye Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus del CEPMPM.
