Un 20 % de la deforestación registrada en Loreto durante el 2021 estaría relacionada con los sembríos de coca para el narcotráfico, según el informe “Motores de deforestación en Loreto”. El estudio fue elaborado por la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS Perú).
En el 2021 los sembríos de hoja de coca se incrementaron en 4020 ha. Ello equivale a casi un 20 % del área deforestada (19 829 ha) en ese año. Así se informó tras analizar los informes de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y el portal Geobosques del Ministerio del Ambiente (Minam) del 2021 (último año reportado).
Además, Loreto fue la segunda región en experimentar el mayor crecimiento de superficie de cultivo de hoja de coca. Ese año triplicó la cantidad de hectáreas reportadas en el 2017. Incluso, su participación en la superficie nacional pasó de 6.8 % (2017) a 12.8 % (2021).
77 % de la deforestación ligada a la expansión agrícola y ampliación vial
Hay que precisar que motores de deforestación son agentes que propician la pérdida de bosques. El informe documenta que el 77 % de la deforestación en el Perú en los últimos 20 años se debe a la expansión agrícola (motor directo) y la ampliación vial (motor indirecto). Este último se da debido a que facilita la ocupación desordenada del territorio amazónico, permitiendo procesos de deforestación por agricultura, ganadería y actividades ilícitas.
El autor de este informe, Ciro Salazar, explicó que la deforestación le genera costos económicos al Estado, sobre quien recae la responsabilidad de restaurar los ecosistemas degradados. Solo en Loreto, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) ha priorizado una superficie de 715 000 ha de bosques altamente degradados. Ello demandaría del Estado una inversión de casi S/ 435 000 000.
“La deforestación no solo significa menos biodiversidad, sino también menos recursos para el Estado y menos posibilidades de desarrollo para las poblaciones locales, porque la degradación afecta la provisión de agua, la calidad de suelos y otros factores que impulsan a las economías locales. Por eso, reconocer los motores de deforestación, permitirá identificar los instrumentos de política claves que deben ser fortalecidos para luchar contra este fenómeno”, señaló.
Impactos y riesgos
Según información recopilada en el informe, que toma casos de Amazonas, Huánuco, Loreto, San Martín y Ucayali, la deforestación también impacta en la salud pública. Por cada 1 % de deforestación se da un aumento de 0.2 % en los casos de malaria. Esto debido a que en las áreas deforestadas hay temperaturas más elevadas y menor circulación de agua. Esas son condiciones propicias para los mosquitos que producen es enfermedad.
Asimismo, se advierte sobre tres proyectos viales que, de no ser evaluados adecuadamente, ocasionarían deforestación, degradación de ecosistemas y facilitarían la provisión y movilidad de insumos para economías ilegales en la región Loreto. Se trata de la vía Bellavista-Mazán-Salvador-El Estrecho, la vía Napo-Putumayo y la vía Saramiriza-San Lorenzo.
Ante ello, Salazar dijo que el Ejecutivo y los gobiernos regionales deben fortalecer la normativa existente a través de la elaboración de herramientas y criterios para una mejor evaluación de proyectos viales. Además, se debe invertir en la restauración de ecosistemas y en el diseño de proyectos de desarrollo productivo local, así como de los sistemas de control y vigilancia.
“Estas dos grandes líneas de acción centradas en el sector transportes y agricultura, además de atacar la ilegalidad, son claves para reducir la deforestación. Esta reducción es un pilar necesario para el desarrollo de la Amazonía y de Loreto en particular», afirmó.