Un ataque ejecutado por la población indígena en situación de aislamiento Mashco Piro, que viven en la selva de Madre de Dios, dejó como saldo dos personas muertas y dos heridas. El incidente ocurrió en una concesión castañera ubicada en la quebrada San Juan, afluente de los ríos Pariamanu y Las Piedras, en la provincia del Manu, según informó Alfredo Vargas Pío, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes.
El ataque, realizado con flechas, resultó en la muerte de Edwin Robin Chun Fernández y Gerardo Gómez Zorrilla, ambos miembros de la comunidad nativa de Diamante, perteneciente al pueblo Yine. Además, Santiago Conde Quispe, esposo de la concesionaria Reyna Apaza Parra, resultó herido con una flecha en la pierna y se encuentra refugiado en un campamento maderero cercano. Por otro lado, Alfredo Mamani Huillca (29) y Antonio Moscoso Quispe (42), también del pueblo Yine, están desaparecidos y se teme que hayan sido asesinados.
Testimonio de los familiares afectados
Reyna Apaza Parra, concesionaria de castaña y esposa de Santiago Conde Quispe, narró la angustia que vivió al recibir la noticia del ataque: «El 29 de este mes me llamó un número desconocido, como a las nueve de la noche, y me dijo: ‘Disculpe, señora, ¿usted es la esposa del señor Santiago?’ Le respondí que sí, y entonces me contó: ‘Señora, ha pasado una tragedia en su concesión. Los no contactados han atacado su campamento. Han matado a dos de sus trabajadores, su esposo está herido, y dos de ellos no se sabe dónde están’”, manifiestó para Inforegión.
En su testimonio, la esposa de Santiago Conde Quispe exigió tomar contacto. Con el testigo que solicitó esta información. “Le pedí ayuda para ponerme en contacto con William (denominado señor panetón), un testigo que se había escapado. Él me explicó que mi esposo estaba herido, con un flechazo grande en la pierna derecha, y que no podía caminar», continúa.
Apaza Parra también hizo un llamado urgente a las autoridades: «Necesitamos que el Ministerio de Defensa o del Interior ordene el rescate para mañana. Si no se actúa rápido, no sabremos si podremos recuperar a los heridos o los cuerpos de los fallecidos. Mi esposo se estaba desangrando, y temo que los animales o las hormigas ya lo hayan atacado».
Testimonio: Esposa de Edwin Robin Chun Fernández
Por su parte, Yoeda Peña Raymundo, esposa de Edwin Robin Chun Fernández, quien falleció en el ataque, expresó su desesperación: «Quisiera pedirles que me ayuden a recuperar su cuerpo, al menos para velarlo. Desde el 29 hasta ahora, nadie nos quiere apoyar. Me desespero pensando que los animales estarán comiéndoselo, o las hormigas, quién sabe. Tal vez solo encontremos su calavera, sus huesos, pero ni siquiera podremos verlo una última vez.»
La amenaza de los taladores ilegales
Alfredo Vargas Pío, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), señaló que han atacado a trabajadores de una concesión de castaña en la Quebrada de nombre San Juan, un afluente de los ríos Pariamanu y las Piedras. En un pronunciamiento emitido, Fenamad señala que tuvo conocimiento del incidente el 30 de agosto y elevó una alerta urgente a la Dirección de los Pueblos Indígenas en situación de Aislamiento y Contacto Inicial del Ministerio de Cultura (DACI).
En dicha alerta, Fenamad exigió al Estado peruano que tome medidas urgentes para garantizar la vida y la integridad del pueblo Mashco Piro y de los trabajadores afectados, incluyendo la evacuación total de la zona para prevenir una escalada del conflicto. La federación señaló que la falta de intervención efectiva por parte del Estado peruano ante las alertas previas contribuyó directamente al trágico desenlace en la quebrada San Juan.
«Exigimos que la DACI y los funcionarios involucrados asuman las responsabilidades del caso, así como hacemos un llamado a las autoridades competentes para que investiguen la omisión de funciones que podría significar, la desatención a las alertas previamente elevadas y las lamentables consecuencias que las omisiones estatales están teniendo sobre los pueblos indígenas en aislamiento», señalan.
Asimismo, la organización recordó que este incidente ocurre a menos de 25 kilómetros del lugar donde, el 27 de julio de 2024, se produjo otro encuentro violento entre indígenas en aislamiento y taladores ilegales en la misma cuenca del río Pariamanu.
La presencia de taladores ilegales
Una fuente de la zona informó que existe presencia de taladores ilegales en la Reserva Territorial Madre de Dios, destinada a la protección de indígenas en aislamiento voluntario. Esta situación habría sido un factor determinante en el ataque.
La misma fuente reveló que el ataque se produjo en un área perteneciente a la concesión forestal de la empresa Wood Tropical Forest S.A., cuya caducidad fue declarada por las leyes peruanas. Los taladores ilegales habrían aprovechado la zona para ingresar a la reserva y extraer madera de manera ilegal.
El ataque de los indígenas no contactados ocurrió cuando los taladores ilegales estaban transportando madera por la quebrada San Juan, un afluente de los ríos Pariamanu y Las Piedras. Se presume que los indígenas defendían su territorio de la invasión de los taladores.
Tres ataques en total
La fuente también reveló que este no fue el primer ataque en la zona. Semanas antes, se habría producido un primer ataque de advertencia, que no logró disuadir a los taladores ilegales.
Como resultado, el ataque del 29 de agosto fue más violento, con el trágico saldo de muertos y heridos. Además, un tercer ataque se habría producido el 1 de septiembre, en el que los indígenas destruyeron un campamento maderero y se llevaron herramientas como machetes y hachas.
En junio pasado, la organización Survival informó sobre otra incursión de indígenas en aislamiento voluntario en la comunidad de Monte Salvado, lo que resalta la creciente tensión en la región.