En las profundidades de la Amazonía, más de 7000 peruanos optaron por mantener un aislamiento voluntario de la sociedad. Estos grupos, denominados Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci), están oficialmente reconocidos por el Estado peruano. Hasta 2023, se registraron cerca de 7500 personas pertenecientes a 25 pueblos indígenas en esta situación. Estos grupos se encuentran en las regiones de Madre de Dios, Ucayali, Cusco, Loreto, Junín y Huánuco.
Los Piaci se dividen en dos categorías: aquellos que viven en completo aislamiento y aquellos que mantienen vínculos esporádicos con comunidades cercanas. La decisión de permanecer alejados de la sociedad nacional surge de experiencias traumáticas del pasado, como la explotación irracional del caucho que azotó la Amazonía a inicios del siglo XIX.
Estos pueblos han desarrollado una relación de interdependencia con el bosque, que les provee alimento y refugio, por lo que el Estado debe velar por su seguridad en estos territorios.
Amenazas y desafíos en la protección a los Piaci
En la actualidad, los PIACI enfrentan múltiples amenazas, entre las que destacan las actividades ilegales en sus territorios, como las concesiones forestales, pese a las restricciones de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre. Según Julio Cusurichi, miembro del Consejo Directivo de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), «el Gobierno Regional de Loreto había vulnerado esta ley otorgando concesiones ilegales que, en muchos casos, siguen existiendo hasta ahora».
Otra preocupación es la vulnerabilidad de los Piaci ante enfermedades comunes, ya que al mantenerse aislados no han desarrollado defensas inmunológicas. Un trágico ejemplo de esta vulnerabilidad es el caso del pueblo indígena Nahua, donde enfermedades como la diarrea causaron la muerte de aproximadamente el 46% de su población.
El 18 de mayo se cumplieron 18 años de la aprobación de la Ley N.° 28736, que establece medidas para proteger a estos importantes grupos humanos. Sin embargo, uno de los principales desafíos es la demora en la creación de las reservas Piaci, a cargo del Ministerio de Cultura, proceso que en algunos casos se ha extendido por más de 20 años.
Cusurichi enfatiza la necesidad de acelerar estos procesos administrativos para salvaguardar la vida de estos pueblos y garantizar la intangibilidad de sus espacios, en cumplimiento con el marco normativo nacional e internacional. Además, destaca la importancia de que la sociedad conozca la existencia y problemáticas de los Piaci, ya que como ciudadanos tenemos el deber de informarnos sobre estos grupos altamente vulnerables.