Junín. En el distrito de Río Tambo, provincia de Satipo, 45 estudiantes de las instituciones educativas de nivel inicial y primario de la comunidad nativa de Parijaro iniciaron el año escolar 2024. Se contará con tres docentes, pero también con una serie de dificultades que enfrentan anualmente la comunidad.
Por una lado, las aulas carecen de servicios básicos, como agua y desagüe. No cuentan con energía eléctrica, ni una infraestructura adecuada que los proteja del friaje que se sufre en esta zona. Durante esas épocas, las temperaturas oscilan entre los 4 y 6 grados bajo cero, pese a ser una zona tropical.
Demandas educativas
Parijaro es una comunidad altamente vulnerable, por la falta de accesos a servicios básicos, como la alimentación y la salud. Al respecto, la Central Asháninka del Río Ene (CARE), organización que representa a esta población, manifestó que el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma está retrasando su ingreso a la comunidad.
La CARE también demanda priorizar el desarrollo de un plan estratégico para combatir el friaje, en favor de los niños en edad escolar, garantizando condiciones seguras y cómodas. Esto también evitará la suspensión de las clases durante la etapa escolar e interrumpir los procesos de aprendizaje de los estudiantes.
Para la CARE es vital que todas las instituciones educativas de las comunidades nativas de la cuenca de río Ene, cuenten con acceso constante de agua. Así como la disponibilidad de materiales educativos, que acompañen su desarrollo de aprendizaje.
Avances en Parijaro
Por otro lado, frente a las emergencias en salud registradas las últimas semanas, la CARE en alianza con la ONG SIC4Change, contrataron un profesional técnico en enfermería para la asistencia médica de Parijaro, con el proyecto Savia Asháninka.
Frente al pedido de la CARE, para la construcción de un establecimiento de salud, la Dirección Regional de Salud de Junín realizará los expedientes técnicos y serán entregados este 15 de abril.
Sobre la comunidad
Parijaro es una comunidad nativa del pueblo asháninka que se ubica a más de 12 horas de la ciudad de Satipo. Se caracteriza por ser una de las más alejadas de la provincia. El 99.24 % de la población hablan la lengua asháninka.