Policarpo Sánchez Rodríguez, un joven shipibo-konibo, encuentra en la radio un espacio clave para comunicarse con las personas dentro y fuera de su comunidad. Sánchez incursiona en programas radiales bilingües. Por primera vez, se escucha el idioma shipibo en las emisoras de Pucallpa. Con estas transmisiones radiales le dicen a una ciudad donde recibieron discriminación “estamos aquí y este es nuestro idioma”
“Es una responsabilidad, depende de nosotros cómo enfocamos los contenidos que tengan que ver con la importancia de los pueblos indígenas, y la importancia de contribuir desde lo indígena con elementos que aporten a toda la sociedad”, dijo el joven.
A lo largo de los años, Sánchez ha visto el desarrollo y crecimiento de diversas iniciativas comunicacionales y periodísticas desde los pueblos indígenas amazónicos, con la radio como eje central. La cultura de los pueblos indígenas tiene un componente oral importante. A través de la radio, con programas en sus idiomas, se refuerza esta conexión y se facilita el acceso a la información. A la par, las comunidades indígenas pueden informar hacia el resto del país sus aportes, necesidades y los temas que les competen y afectan directamente. Por ejemplo, los temas ambientales.
Periodismo ambiental bajo riesgo
El periodismo ambiental se convierte en una herramienta clave pues la crisis climática es probablemente la amenaza más importante que enfrenta la humanidad. Sin embargo, a pesar de su aporte fundamental, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señala que en su estado actual es un oficio precarizado, del que usualmente se encargan agencias pequeñas y periodistas independientes.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), solo en 2023 se registraron 352 ataques a periodistas y medios de comunicación que incluyeron amenazas, hostigamiento y agresiones físicas y verbales. En el caso de las coberturas de temas ambientales, estas amenazas muchas veces cruzan con los intereses de economías ilegales.
“El periodismo ambiental tiene que ver con el poder (…) Tiene que ver con quién está echándole mano a los recursos, cómo se acumula riqueza, a veces individual, aprovechando los recursos de todos. Y cómo ese mal uso de los recursos genera conflictos, genera contaminación, disputas territoriales, la destrucción del ambiente del cual dependemos todos”, dijo Iván Brehaut, periodista ambiental especializado en la Amazonía.
Economías ilegales
En Ucayali, entre el 2020 y el primer trimestre de 2023, se registró una pérdida de cobertura boscosa de 116 482 hectáreas, de acuerdo con la plataforma Geobosques del Ministerio del Ambiente. Las causas para esta pérdida son diversas, pero el Gobierno Regional señaló entre las más perjudiciales los cultivos ilícitos de coca y la construcción de narcopistas, de las cuales habrían encontrado hasta 64.
Así como el narcotráfico, otras economías ilegales se desarrollan en el medio de la Amazonía, como la minería ilegal que, de acuerdo con la Unidad de Investigación Financiera (UIF), es la actividad ilícita que acumula más dinero en el Perú —más que el narcotráfico—, y cuyas consecuencias se han extendido a más de veinte ríos en la cuenca amazónica, contaminando el agua y arriesgando las vidas de las personas y diversidad biológica alrededor. La tala ilegal, otra de las actividades que moviliza grandes cantidades de dinero y arriesga los ecosistemas, comprendería entre el 37% y 68% de la madera que se comercializa en el Perú (Mujica et al, 2024).
Alrededor de estas actividades, se desarrollan diversas amenazas para la vida y bienestar de los defensoras del ambiente, comunidades indígenas y periodistas que cubren los casos. América Latina y el Caribe es la segunda región que registró mayor cantidad de asesinatos a periodistas ambientales en 2023, de acuerdo con el informe Press and Planet in Danger de Unesco. Asimismo, el 45% de periodistas de todo el mundo que participaron del estudio señalaron haberse autocensurado por miedo a riesgos a su seguridad y la de sus fuentes.
Periodismo bajo riesgo
En este contexto, y para construir herramientas que les puedan ayudar a tener mayor seguridad, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el marco de la iniciativa global de Clima, Paz y Seguridad, trabajó en alianza con el medio independiente Ojo Público la Guía para Coberturas Peligrosas: Periodismo bajo riesgo. Los contenidos de la guía se desarrollaron a través de dos espacios presenciales, con amplia participación de periodistas y comunicadores de comunidades indígenas de Ucayali y Loreto, dos de las regiones Amazónicas que registran una importante presencia de actividades ilegales.
A través de los espacios de encuentro, se recogieron las preocupaciones, experiencias y recomendaciones de quienes están ejerciendo el periodismo y comunicación ambiental. La guía ofrece recursos para un ejercicio seguro de la labor periodística, considerando los riesgos a los que se enfrentan particularmente las y los periodistas. Asimismo, incluye información sobre rutas de atención, herramientas para la seguridad en la investigación, cuidado de la salud física y mental, y hace énfasis en consideraciones particulares para mujeres periodistas que pueden sufrir amenazas relacionadas con su género.
Peligro de la desinformación
La desinformación se presenta como un desafío constante al que se enfrentan comunicadores y periodistas y que ha generado altos niveles de desconfianza en los medios. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a marzo de 2024 el nivel de desconfianza en la radio y televisión fue de 78,9% y el de la prensa escrita de 83,1%. Esta desconfianza dificulta la transmisión de información necesaria, y muchas veces, puede generar pánico y conflictos en las comunidades.
Es clave, en ese sentido, que periodistas y comunicadores ambientales cuenten con las herramientas necesarias para poder hacer frente a la desinformación y a los intereses que la propagan. “Yo quisiera que las personas fueran totalmente responsables al momento de publicar algo”, comenta Verónica Pinedo, comunicadora y directora de Prensa en Pucallpa Televisión.
“La información es un derecho, no puede ser un negocio. Porque al momento de ser un negocio deja de ser veraz, porque me pongo del lado de aquella persona que me está pagando y ya no del lado de aquellas personas a las que nos debemos. Todos debemos ser responsables al momento de emitir una información, porque no sabemos cuáles pueden ser las consecuencias”.
Intereses económicos y políticos
Pinedo señala que la desinformación lleva a una mayor polarización. “Se sabe que hay factores detrás, intereses económicos y políticos, es algo que no podemos desconocer. La consecuencia es que algunos decidan creer en el impacto de la contaminación y las actividades extractivas llevadas de forma irresponsable, y otros no”, comenta al respecto de la desinformación impulsada por diversas economías ilegales, e inclusive, empresas legales.
«Estas campañas son absolutamente intencionales», señala Brehaut. «Nadie sale a difamarte si no tiene la firme intención de hacerte daño, de quitarle la legitimidad a tu reclamo y quitarle validez a la denuncia. Y tenemos ejemplos de esos por todos lados: tenemos gente que dice que los pueblos indígenas en aislamiento no existen, que el cambio climático no existe, que la única forma de alcanzar el desarrollo es la minería pura y dura y no se miran otras alternativas».
“Hay mucho interés económico hacia los recursos o hacia los ecosistemas amazónicos, de los bosques tropicales”, recalca Sánchez. “Por eso hay una avalancha de desinformación. Dicen que los pueblos indígenas están en contra del desarrollo. No, no estamos en contra del desarrollo, sino que hay que tratar de entender hasta qué punto la naturaleza es capaz de mantener su equilibrio para ofrecer todos los servicios ecosistémicos”.
Lucha contra la desinformación
Los servicios ecosistémicos benefician a todas las personas en el país y el mundo. Los bosques de la Amazonía son esenciales para la captura de carbono, clave para combatir y mitigar los efectos del cambio climático; conservarlos es indispensable para hacer frente a la crisis. De estos importantes sumideros de carbono, datos revelan que el 69% de las zonas de carbono pico del centro del Perú se encuentran en los territorios de pueblos indígenas y en áreas protegidas.
Los territorios de los pueblos indígenas tienen menos probabilidades de ser deforestados que otras tierras, un estudio de 2018 del Instituto de Recursos Mundiales descubrió que las tasas de deforestación eran significativamente más bajas en los territorios indígenas de la selva amazónica que en otras zonas. Pero, como señala Policarpo Sánchez, hay muchos intereses económicos y de poder alrededor de los bosques, por lo que se despliegan campañas para confundir acerca de lo que es y no es el desarrollo.
Así, la desinformación viene mermando la confianza, no solo en los medios de comunicación y en las instituciones, sino también entre las mismas personas y comunidades. Poder contar con fuentes confiables, información verificada y los recursos para difundirla y desmentir la desinformación se convierte en una tarea complicada, que miles de periodistas emprenden día a día. Si no lo hicieran, se dejaría un espacio abierto para que se cometan y justifiquen mayores ataques y vulneraciones a los derechos de las personas y el ambiente.
Derechos ambientales, derechos humanos
En 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que reconoce el acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible como un derecho humano universal. Al informar acerca de las amenazas que enfrenta el ambiente, periodistas y comunicadores ambientales están haciendo un aporte clave para que las personas puedan efectivamente ejercer ese derecho. Para que puedan tomar decisiones informadas sobre sus representantes, sobre las acciones a tomar, sobre qué creer y cómo actuar frente a las amenazas y destrucción de los ecosistemas. Asimismo, ejercen su derecho a acceder a información veraz y oportuna sobre situaciones que tienen influencia en sus vidas.
Por otro lado, asegurar que la ciudadanía acceda a información de calidad implica que se garantice el derecho de periodistas, comunicadores y comunicadoras, a poder ejercer su trabajo de manera segura, libre de amenazas, extorsiones y riesgos. Ninguna persona debería pagar con su seguridad o su vida por ejercer un derecho humano y defender los derechos que nos corresponden a todas y todos.
¿Por qué, entonces, a pesar de los riesgos, desafíos y amenazas, continúan ejerciendo?
Para Verónica Pinedo, es una responsabilidad, un tema de derechos. “Debemos recordar con quiénes trabajamos, para quienes trabajamos y a quiénes nos debemos. Bajo esa premisa, nuestra labor es informar a la ciudadanía con información oportuna y fidedigna”.
Para Ivan Brehaut, tiene que ver con las historias y cómo estamos preparándonos para el futuro. “Hay demasiadas historias mínimas, demasiadas historias que se pierden, y son tan ricas como la tuya, como la mía, como la de todos. Y merecen ser contadas. Eso es algo que me gustaría dejar, más historias de gente que, como mis compañeros, intentan hacer que el mundo sea menos caótico, que el mundo sea mejor. Dejarlo un poco mejor que como lo encontramos, esa es un poco la idea.”
Para Policarpo Sánchez, siempre ha sido una pasión. “Me permite reencontrarme cada vez más con mi cultura, cada vez más con mi gente, con mis paisanos, mis hermanos, y esa riqueza de nuestra cultura. Ese intercambio de información, de esos elementos de nuestra cultura y cosmovisión, nos permite sacarlos en los medios, como los programas de radio, para que puedan ser socializados de manera masiva.”
El periodismo ambiental es una disciplina clave para que las personas conozcan su país y quieran protegerlo, para que quienes defienden el territorio y los pueblos indígenas que lo habitan se hagan presentes, se hagan sentir, para que los derechos de todas las personas se respeten. Todas y todos tenemos la responsabilidad de garantizar que periodistas y comunicadores puedan ejercer su labor de manera segura para continuar contando las historias de las personas que están en primera línea de defensa, de las amenazas y cambios a los ecosistemas. Y para dejar el mundo un poco mejor que como lo encontramos.
Nota ‘Periodismo bajo riesgo – Desafíos y oportunidades del periodismo ambiental’ de PNUD.