Dos crías de otorongo fueron rescatadas en Ucayali durante un operativo conjunto entre la Segunda Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Ucayali, la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre y la Policía Especializada en Materia Ambiental. Los felinos eran transportados ilegalmente en la maletera de un automóvil y fueron hallados gracias a una denuncia anónima.
Intervención en la carretera Federico Basadre
El operativo se llevó a cabo en el kilómetro 10.5 de la carretera Federico Basadre, en la provincia de Coronel Portillo. Durante la intervención, las autoridades inspeccionaron un vehículo blanco y encontraron a las crías dentro de una jaba de frutas cubierta con una malla negra. Se estima que los felinos tienen aproximadamente dos meses de edad.
Ante el hallazgo, el fiscal provincial Vladimir Rojas Arellano ordenó la detención de los dos ocupantes del vehículo. Ambos sujetos serán investigados por el presunto delito de depredación de fauna silvestre agravada, delito tipificado en los artículos 308-C y 309 del Código Penal, que contempla penas de hasta cinco años de prisión.
Otro felino rescatado en Callería
En una segunda intervención, las autoridades encontraron un yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi) en un almacén del distrito de Callería, en la misma provincia. Este pequeño felino, más grande que un gato doméstico, fue sometido a una evaluación veterinaria que confirmó su buen estado de salud. Debido a que estaba apto para su reinserción, se procedió a liberarlo en su hábitat natural.

En el caso de las crías de otorongo, se determinó que requieren cuidados especializados, por lo que fueron trasladadas al Área de Fauna Silvestre de la Gerencia Regional de Ucayali. Allí permanecerán en cuarentena bajo observación para garantizar su recuperación y bienestar.
El tráfico ilegal de fauna silvestre sigue siendo una amenaza
Las autoridades recordaron que el tráfico ilegal de fauna silvestre es una de las principales amenazas para especies vulnerables como el otorongo, el felino más grande de América. Su captura y comercialización afectan el equilibrio ecológico y reducen las poblaciones en su hábitat natural.
Asimismo, hicieron un llamado a la ciudadanía a denunciar estos delitos y colaborar con la protección de la biodiversidad. Las denuncias pueden marcar la diferencia en la lucha contra la caza y el comercio ilegal de especies protegidas en el país.