De acuerdo con la fundación InSight Crime, el tráfico de vida silvestre en el Perú afecta a más de 340 especies, donde destacan la tortuga acuática taricaya, la tortuga terrestre motelo, la rana gigante, entre otros. A la vez, el transporte más utilizado por las bandas de crimen organizado es el aéreo y cada año el tráfico ilegal moviliza entre USD 7,000 y USD 23,000 millones en todo el mundo, según Naciones Unidas.
Formas de comercialización
El tráfico de animales silvestres se dirige a un mercado negro cuyo principal comercio es la carne de monte y partes de estas especies como: cráneos, dientes, pieles, cueros, etc. Asimismo, se usan para elaborar medicina tradicional, artesanías, industria de cuero, pieles y fibra.
Otra forma de comercializar estas especies es para fines científicos y de investigación biomédica. Además, miles de animales son extraídos de manera ilegal de sus hábitats para ser comercializados vivos como mascotas, lo que significa también un riesgo para la salud pues aumenta el potencial de transmisión de enfermedades zoonóticas.
Ley peruana
En 2022 se logró un hito importante contra el tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestre, al incluirlas dentro de la Ley 30077, Ley contra el Crimen Organizado. Esta modificación permite investigar estas malas prácticas, bajo los estándares internacionales de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Si bien la ley peruana sí permite el consumo o aprovechamiento de animales, es solo con fines de subsistencia para las comunidades nativas y ribereñas. También si éstas provienen de áreas protegidas y zoocriaderos, como es el caso de la Reserva Nacional Pacaya Samiria en Loreto, donde crían Taricayas en playas artificiales para repoblar la especie que es comercializada legalmente en Perú.
Tráfico en la Amazonía
Sociedades de conservación como ACODHBA y Yunkawasi revelaron que solo en Amazonas el tráfico de vida silvestre entre 2013 y 2023 ha generado 99 casos, en donde se obtuvo 313 especies traficadas; siendo los insectos (mariposas) lo más encontrado, seguido por 64 especies de mamíferos, 53 individuos de reptiles y aves con 41 individuos.
En dichos operativos se pudo identificar 5 especies categorizadas como amenazadas según el Decreto Supremo N° 004-2014-MINAGRI, estos individuos son: mono choro común (Lagothrix lagotricha), mono nocturno andino (Aotus miconax), oso andino (Tremactus ornatus), boa (Boa constrictor) y taricaya (Podocmenis unifilis).
Iniciativas al 2027
En ese sentido, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna diseñaron la Estrategia Nacional para reducir el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre en el Perú 2017 – 2027, en la cual identificaron las rutas y ciudades claves del comercio ilegal. El departamento más afectado es Amazonas, ya que los individuos viajan desde Yurimaguas y Puerto Saramiriza (Loreto), con dirección a las ciudades de Chachapoyas y Bagua (Amazonas).
A su vez la Asociación de Conservación Oso Dorado Hierba Buena Allpayacu (ACODHBA) y la asociación civil Yunkawasi, con apoyo de la Autoridad Regional Ambiental de Amazonas (ARA Amazonas) y el SERFOR, implementaron este 2024 la campaña de sensibilización “Yo no soy parte de la Ruta del tráfico de fauna”. Con esta actividad se espera que la ciudadanía identifique las consecuencias e impacto en la biodiversidad a causa del tráfico de fauna silvestre, sobre todo en las especies amenazadas.