En el centro de la Amazonía peruana, el río Aguaytía, crucial para la biodiversidad y las comunidades locales, enfrenta una creciente amenaza debido a la minería ilegal. Las alertas más recientes emitidas por la plataforma RAMI (Monitoreo de Minería Satelital con Imágenes de Radar) revelaron en el mes de junio la presencia de nuevas dragas en el río, alterando su curso y contaminando sus aguas.
El informe desarrollado por Conservación Amazónica – ACCA, como parte del programa SERVIR-Amazonia y la iniciativa «Mitigación del avance de la minería ilegal de oro en la Amazonía», ha identificado siete infraestructuras mineras ilegales en el río Aguaytía. Imágenes satelitales revelan además la presencia de cinco balsas mineras agrupadas, cuyas operaciones ilegales no solo impactan el ecosistema acuático, sino que también perjudican a las comunidades que dependen de este río para su sustento diario.
Hallazgos en otras regiones de la Amazonía peruana
Sin embargo, el río Aguaytía no es un caso aislado. Las alertas han identificado una preocupante expansión de la minería ilegal en toda la Amazonía peruana. En el río Nanay, en Loreto, se detectaron 31 nuevas infraestructuras mineras, algunas operando incluso dentro del Área de Conservación Regional Alto Nanay Pintuyacu-Chambira. La extracción ilegal de oro en estas zonas protegidas representa una grave amenaza para la conservación de la biodiversidad.
Impacto de la minería ilegal
Además de Loreto y Ucayali, las alertas de junio también revelan pérdidas significativas de cobertura boscosa por minería aurífera al sur de la Amazonía: 1.34 hectáreas en San José de Karene, 1.79 hectáreas al sur de la concesión forestal Marco Antonio Texi Valencia, 2.74 hectáreas en la concesión minera JUCIMAVIC II y 2.15 hectáreas en la concesión de reforestación Rosa Paucar Mesa.
Alertas
Durante el mes de junio se registraron 8 249 alertas dentro del corredor minero y 4 608 fuera de él, lo que representa una pérdida de 82.49 y 46.08 hectáreas de bosque respectivamente. En Madre de Dios, la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata continúa siendo el área con mayor concentración de alertas por actividad minera. Por último, al norte del río Madre de Dios, próximo a Boca Colorado, se observó una ligera zona de concentración de alertas.
Este informe subraya la urgente necesidad de acciones concretas para frenar esta amenaza. La presencia de dragas y balsas mineras en ríos como el Aguaytía y el Nanay no solo representa un desafío ambiental, sino también social y económico para las comunidades amazónicas. Conoce más aquí.