Anandha Araujo Zacarias es una joven venezolana fundadora de Guayoyito, una cafetería que nació a partir de una marca de café filtrante creada bajo el mismo nombre. También es asesora de marketing comercial y viaja por diferentes regiones del país compartiendo estas asesorías.
A pesar de estudiar derecho en Venezuela, Anandha llegó a Perú hace casi ocho años y se enamoró del café de especialidad. “Llegué al Rímac con solo 50 dólares. Vengo de una familia de muy pocos recursos pero tuve la oportunidad de acceder a la educación y eso me abrió la mente y las oportunidades”.
Comenta que su idea era estar en Perú solo por un tiempo y luego irse a Argentina a continuar con su carrera. Sin embargo, se enamoró del café peruano cuando llegó a la cafetería de especialidad Master Coffee. Allí, Francisco Garcia Zubiate, CEO de la cafetería, le comentó que necesitaba un barista en modalidad part time. “Así me quedé y ya tengo casi ocho años haciendo barismo”, señala Anandha.
Romance cafetero
Así como en las mejores películas de amor, el café despertó en Anandha una pasión que la impulsó a quedarse en Perú y difundir el arte del barismo. “Detrás del café hay estudio, química, arte, cultura. El café difunde cultura y eso me apasiona”, señala la joven barista.
Anandha se capacitó de la mano con grandes baristas como Francisco Garcia y Ánibal Kovaleff. También comenta que participó en diferentes competencias de cata de café, barismo, entre otras. “En esos espacios fui aprendiendo mucho”, indica.
“Trabajé en diferentes cafeterías donde me convertí en una barista más integral y empecé a aprender un poco más de todos los aspectos».
Guayoyito, una cafetería y una escuela
Con la llegada de la pandemia, Anandha tuvo que empezar a desarrollarse en marketing digital, fue entonces cuando le surgió una idea. “Me empezó a gustar más el mundo del marketing y, finalmente, creé Guayoyito”. Guayoyito significa café pasado en las lenguas indígenas venezolanas. “Empecé a hacer un filtrante que tenía el sabor del guayoyito, el cual está hecho para que el café no tenga un sabor tan fuerte”.
Con el tiempo fue evolucionando y, gracias a los pedidos de las personas, se convirtió en una marca de cafés que distribuye a otras cafeterías. Luego de seis meses de mucho esfuerzo, lograron abrir un local físico.
“La idea detrás de Guayoyito es expandir la mente de la persona a través del arte, de los libros, y de la filosofía de la escuela. Aquí damos clases de café y tenemos toda una base filosófica que consiste en enseñar a pensar”, destacó.
También enfatizó en que siempre tienen presente la representación femenina: “En la barra somos mujeres y también trabajamos con mujeres productoras desde hace más de tres años. La idea no es trabajar solo con mujeres, pero sí buscamos darle más visibilidad y empoderamiento a mujeres y artistas jóvenes”.
El camino migrante
Anandha subrayó la importancia de la mentalidad para superar las dificultades migratorias. “Una de las ventajas que tenemos los migrantes es que tenemos menos miedo, porque ya superamos el miedo de dejarlo todo”, afirma.
Tres años atrás, se enfocó en formar su mente, evaluar sus recursos y tocar puertas, lo que le permitió sobreponerse a la soledad y otras complicaciones. También señala el racismo interno en varias provincias peruanas y ha enfrentado casos de xenofobia, especialmente en la atención. Sin embargo, prefiere centrarse en lo positivo: “Cuando uno chambea y demuestra sus capacidades va superando esas barreras”.
A pesar de los desafíos, se siente orgullosa de todo lo que está logrando, lo cual alegra a su familia. “Mi familia está feliz, porque también estoy dejando una huella positiva dentro de la migración”, concluyó.