El martes 17 de septiembre, la Plataforma Andina MAPE organizó el conversatorio virtual ‘Buenas prácticas de pequeña minería y minería artesanal en la región andina’. Este evento reunió a expertos y líderes de Colombia, Bolivia y Perú para intercambiar experiencias y discutir los principales desafíos y avances en la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en sus respectivos países.
Este encuentro abordó tres ejes: la gobernanza, la adopción de tecnologías limpias y el rol de la mujer en el sector. Participaron Olinda Orozco, presidenta fundadora del Instituto Redes de Desarrollo Social de Perú; Daniel Acevedo, líder de proyectos en la Alianza por la Minería Responsable de Colombia; y Daniel Lafuente, gerente de proyectos de Cumbre del Sajama en Bolivia.
Gobernanza y formalización
Olinda Orozco, abrió el conversatorio destacando la importancia del proceso de formalización que comenzó con la Ley 27651 en el año 2002, la cual dio reconocimiento oficial a la MAPE. Según Orozco, este marco legal permitió a los mineros artesanales pasar de una producción informal a convertirse en empresarios, mejorando sus prácticas y responsabilidades. Sin embargo, subrayó que los desafíos persisten, particularmente en la gestión empresarial y la asistencia técnica, dado que muchos mineros carecen de los conocimientos necesarios para manejar sus operaciones como empresas formales.
Desde Colombia, Daniel Acevedo, enfatizó la necesidad de diferenciar la minería formal e informal de la minería ilegal. También destacó que el marco normativo colombiano ha evolucionado en los últimos años, pero que aún existen retos complejos debido a la confluencia de actores ilegales y armados en los territorios mineros, lo que complica el proceso de formalización.
Por su parte, Daniel Lafuente, de Bolivia, mencionó que las cooperativas mineras en su país tienen un fuerte poder político y económico, lo que a veces dificulta la implementación de normativas más estrictas. Agregó que, si bien algunas cooperativas han logrado mejorar sus prácticas, la profesionalización del sector sigue siendo un reto fundamental.
Tecnologías limpias y sostenibilidad
Otro punto clave del conversatorio fue la adopción de tecnologías limpias en la MAPE, una tarea que, según los panelistas, aún está en proceso. Orozco señaló que, si bien los sectores más formalizados en Perú han adoptado tecnologías como los tanques de agitación y las pozas de cianuración, la mayoría de los mineros sigue utilizando tecnologías rudimentarias como los quimbaletes. Estas técnicas solo permiten recuperar un 50% del oro y causan un alto impacto ambiental. Sostuvo que es necesario que más mineros adopten tecnologías limpias para dejar el mercurio y reducir el daño ambiental.
Lafuente compartió que, en Bolivia, aunque algunas cooperativas han comenzado a utilizar retortas y otras tecnologías que minimizan el uso de mercurio, el desafío es masificar estas prácticas. También mencionó que el sector cooperativo, a pesar de su fuerza organizativa, enfrenta dificultades para adoptar tecnologías más modernas debido a la falta de financiamiento y apoyo técnico.
Acevedo, desde Colombia, mencionó el Programa de Minas Sostenibles, una iniciativa que promueve la adopción de estándares internacionales de sostenibilidad, como el Código Craft, que busca conectar a los mineros artesanales con mercados responsables. Comentó que el reto es que los mineros no solo cumplan con las normativas locales, sino que se comprometan con estándares más altos que les permitan acceder a mejores precios y mercados.
Participación de la mujer
Orozco resaltó que las mujeres, a pesar de las condiciones duras en las que viven y trabajan, han logrado organizarse y crear redes como la Red Nacional de Mujeres Mineras MAPE en Perú. Además, destacó la participación de las mujeres en actividades extractivas y conexas, como las seleccionadoras de mineral, conocidas como pallaqueras, quienes desempeñan un papel clave en la recolección de residuos minerales.
Desde Bolivia, Lafuente mencionó que la participación femenina en la minería ha aumentado en los últimos años, aunque las condiciones laborales siguen siendo desafiantes. Esto debido a que las mujeres mineras enfrentan riesgos de salud al estar expuestas a mercurio y trabajar en condiciones insalubres.
Hacia mejores prácticas en la MAPE
El conversatorio concluyó con un llamado a fortalecer la gobernanza en el sector MAPE, promover la adopción de tecnologías limpias y garantizar una mayor inclusión de las mujeres. Los panelistas coincidieron en que, aunque se han logrado avances, la formalización sigue siendo un proceso incompleto y costoso, que requiere apoyo tanto del Estado como de la cooperación internacional.
Conoce más sobre la Plataforma Andina MAPE aquí.