El Parlamento Europeo aprobó aplazar un año la entrada en vigor de la ley de deforestación, conocido a nivel de la Unión Europea como EUDR, que originalmente iba a prohibir la importación de productos como café y cacao procedentes de zonas deforestadas. La decisión se tomó tras una votación en la que 371 parlamentarios apoyaron el cambio, mientras que 240 votaron en contra y 30 se abstuvieron.
Este tiempo adicional permitirá a los operadores globales adaptarse a los requerimientos sin interrupciones, explicaron fuentes del Parlamento Europeo: “Este plazo adicional permitirá a los operadores de todo el mundo aplicar las normas sin problemas desde el principio, sin socavar los objetivos de la ley”.
La ley establece que los grandes operadores deberán cumplir con sus requisitos para el 30 de diciembre de 2025, mientras que las pequeñas empresas tendrán hasta el 30 de junio de 2026. Esta medida responde a las preocupaciones de los estados miembros de la Unión Europea, así como a los reclamos de comerciantes y operadores internacionales que exigen mayor tiempo para adaptarse a las nuevas normativas.
Nuevos criterios de clasificación para los países productores
Además de la postergación, el Parlamento Europeo incorporó modificaciones al reglamento que contemplan un trato especial para los países en expansión forestal. Hasta ahora, el reglamento clasificaba a los países en tres niveles de riesgo de deforestación: bajo, normal y alto. Sin embargo, con la nueva enmienda, se creará una categoría adicional de “países sin riesgo” para aquellos con un desarrollo forestal estable o creciente. Los países que cumplan con estos criterios enfrentarán requisitos menos estrictos, lo que supone un alivio para algunos exportadores.
Para formalizar esta clasificación, la Comisión Europea tiene hasta el 30 de junio de 2025 para establecer un sistema de evaluación que determinará qué países pueden entrar en esta categoría de “riesgo cero”. Esta medida podría facilitar las exportaciones de naciones que han implementado políticas activas de conservación o expansión de sus áreas forestales.
Reacciones y próximos pasos para la normativa
La modificación fue recibida positivamente por diversos sectores, entre ellos la Sociedad Rural Argentina (SRA), cuyo presidente, Nicolás Pino, expresó su satisfacción por el cambio, aunque mantuvo una postura crítica hacia la normativa general. “Sostiene sus objeciones”, afirmó Pino, destacando la importancia de respetar la soberanía nacional y el papel de los productores como parte de la solución, no del problema. Agregó que la entidad “cree firmemente en los consensos basados en trabajo y discusión con participación efectiva y no en las oposiciones públicas extremistas que solo llevan confusión a los productores y a los compradores mundiales”.
Para que los cambios en la normativa entren en vigor, el texto aprobado aún debe ser ratificado por el Consejo y el propio Parlamento Europeo y posteriormente publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea. Hasta entonces, el expediente ha sido remitido a la comisión para iniciar un proceso de negociaciones interinstitucionales que definirán los detalles de su implementación final.
El contexto global de la normativa y su impacto en el comercio
La EUDR es una de las iniciativas más recientes en Europa para combatir el impacto ambiental derivado de prácticas agrícolas y ganaderas, cuyo objetivo es reducir la deforestación impulsada por la demanda de productos en los mercados globales. Sin embargo, la decisión de posponerla y de crear una categoría especial para países con baja deforestación refleja la presión de los productores y comerciantes internacionales, quienes argumentan que estas restricciones pueden perjudicar a economías en desarrollo sin ofrecer soluciones viables.
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