El 2 de diciembre inició la COP16 reúne a líderes y expertos de todo el mundo para abordar los desafíos de la desertificación y la sequía. Este evento clave busca fortalecer la resiliencia de las comunidades más afectadas, mediante un enfoque centrado en soluciones basadas en las personas y el desarrollo sostenible.
Significado de la COP16
La COP16 no solo conmemora el 30 aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), sino que también representa la mayor conferencia de las Naciones Unidas sobre la tierra hasta la fecha. Celebrada por primera vez en la región de Oriente Medio y Norte de África, una zona profundamente afectada por la desertificación, la COP16 busca aumentar la ambición mundial y acelerar la acción para restaurar la tierra.
La CNULD, conocida en inglés como UNCCD, es un tratado internacional creado en 1994 con el objetivo de proteger y recuperar los suelos degradados. Este acuerdo, ratificado por la Unión Europea y 196 países, es el único instrumento legalmente vinculante a nivel global que enfrenta los desafíos de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía, problemas que han cobrado mayor relevancia en los últimos años y que se prevé se intensifiquen en el futuro.
Impacto esperado
Bajo el lema “Nuestra tierra, nuestro futuro”, la COP16 tiene el potencial de ser un punto de inflexión, marcando un compromiso global renovado para acelerar la inversión y la acción con el fin de restaurar la tierra y aumentar la resistencia a la sequía. Esto beneficiará tanto a las personas como al planeta, reforzando la importancia de un enfoque sostenible y centrado en la resiliencia.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación es una de las tres principales convenciones de Río, junto con las del clima y la biodiversidad, y es la voz global para la protección de la tierra. La Conferencia de las Partes es el principal órgano decisorio de las 197 Partes de la CNULD, que incluyen 196 países y la Unión Europea.