El 21 de noviembre, Iquitos se convirtió en el epicentro de la discusión sobre los problemas que enfrenta la Amazonía al ser sede de la primera sesión del Tercer Encuentro de ‘Tejiendo Ciudadanía: Encuentros por el Perú’. Este evento convocó a representantes del sector público, privado y organizaciones de la sociedad civil y se centró en la búsqueda de soluciones a la criminalidad, la degradación ambiental y los derechos de las comunidades indígenas.
La iniciativa es respaldada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Grupo La República, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y la Red Científica Peruana, con el financiamiento de la Unión Europea y la Embajada Británica en el Perú, y el apoyo del Consejo de la Prensa Peruana y la Asociación Nacional de Periodistas. Asimismo, el evento se desarrolló en colaboración con la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) y Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios (Unamad).
Los conflictos socioambientales en el centro del debate
Durante la primera sesión, se abordaron los conflictos derivados de la falta de diálogo y cumplimiento de acuerdos con las comunidades indígenas. Ángela Acevedo, exviceministra de Interculturalidad, subrayó la importancia de desarrollar políticas públicas inclusivas: “Muchos conflictos surgen porque no se cumplen acuerdos, o estos son muy generales y no se entienden correctamente”.
En tanto, Miguel Manihuari, representante de la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente, destacó la urgencia de incluir a las comunidades en la toma de decisiones: “Queremos proyectos de desarrollo y ser parte de las decisiones del gobierno”. Por su parte, representantes empresariales como Sonia Lou, de PetroTal Perú, remarcaron la relevancia del compromiso social. Lou presentó iniciativas como el programa Innovación Pesquera, que busca mejorar los ingresos de más de 300 familias indígenas.
Economías ilegales: un desafío estructural
Otro tema crítico fue el impacto de las economías ilegales en la Amazonía. Nicolás Zevallos, del Instituto de Criminología y Estudios sobre la Violencia, describió la complejidad de estas redes: “Es un asunto global que no bastará con detener a uno, porque estará el otro en paralelo”. La Policía Nacional, representada por el General Gregorio Villalón, destacó las limitaciones logísticas para combatir estas actividades, mientras Magaly Ávila, de Proética, llamó a fortalecer la transparencia en la gestión pública: “Fortalecer la participación ciudadana es esencial”.
Desde la sociedad civil, testimonios como el de Juana, una representante del caserío Buenos Aires, evidenciaron las consecuencias humanas de estas actividades. “Siento miedo de solo pensar que volveré por el mismo camino”, confesó, mientras pedía a las autoridades actuar con urgencia.
Omar Navarro, estudiante y activista de Iquitos, resaltó la normalización de la corrupción en las entidades públicas y la falta de supervisión. Sugirió mejorar la gestión del presupuesto, problemática que persiste desde 2007. Finalmente, Ingrid Tafur, de Sani Sacha Colectiva Feminista de Moyobamba San Martín, señaló que no se puede hablar de economías ilegales sin abordar cómo perjudica la vida de las mujeres.
Un llamado a la justicia y la inclusión
El encuentro concluyó con que no es posible construir un futuro sostenible para la Amazonía sin atender las necesidades básicas de su población. Miguel Ángel Cadenas, obispo de Iquitos, cuestionó: “No puede haber democracia que desprecie a la gente humilde ni resuelva los problemas concretos”. Estas palabras reflejan el espíritu del encuentro, un espacio que busca fortalecer el tejido ciudadano frente a los desafíos de la región.