El proyecto «Alianza por la Amazonía», una iniciativa impulsada por el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), logró generar ventas por más de US$1 millón en el último año, trabajando directamente con comunidades nativas de Ucayali.
Alberto Hart, director del proyecto, informó que esta iniciativa, que lleva casi cuatro años en funcionamiento, se enfoca en promover alternativas económicas lícitas, especialmente para aquellos que en el pasado estuvieron involucrados en cultivos ilícitos como la hoja de coca.
«Nuestro objetivo es dotar a las personas de los medios y recursos económicos que les permitan una vida lícita y saludable, evitando así la tentación de volver a los cultivos ilícitos», explicó Hart.
Desarrollo acuícola
El proyecto se centra en el desarrollo de la acuicultura y la transformación de alimentos, trabajando principalmente con comunidades nativas de Coronel Portillo, Padre Abad y Atalaya. Entre los logros más destacados se encuentra el establecimiento de más de 17 piscigranjas con más de 100 estanques, que actualmente producen 56 toneladas de carne de pescado al mes.
Además de la acuicultura, la iniciativa impulsó la creación de 60 bionegocios en el último año, contribuyendo significativamente a las ventas de US$1 millón alcanzadas. Este éxito demuestra el potencial de las comunidades nativas para desarrollar actividades económicas sostenibles y rentables.
Trabajo con café y cacao
Hart señaló que este enfoque en la acuicultura y la transformación de alimentos complementa otros esfuerzos previos que trabajan con productos como el cacao y el café. «Nuestra iniciativa ofrece una alternativa adicional para el desarrollo económico sostenible de la zona, trabajando mano a mano con las comunidades nativas», agregó.
El proyecto «Alianza por la Amazonía» no solo ha demostrado ser exitoso en términos económicos, sino que también está contribuyendo significativamente a la lucha contra los cultivos ilícitos y a la promoción de una economía sostenible, que empodera a las comunidades nativas en el proceso.