Hace 49 años, el 25 de septiembre de 1975, la Reserva Nacional de Paracas (RNP) fue creada con el propósito de proteger una muestra representativa de los ecosistemas marinos costeros del Perú. Con una extensión de 335 mil hectáreas, de las cuales el 65% corresponde a aguas marinas, este santuario protege una biodiversidad invaluable.
Ubicada en el departamento de Ica, en las provincias de Pisco e Ica, la RNP alberga más de 335 especies, de las cuales más de 20 son endémicas y 34 se encuentran amenazadas según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp). Entre las especies que uno puede ver se encuentran mamíferos como los lobos marinos, el gato marino o nutria; aves como el flamenco, el pingüino de Humboldt; hasta reptiles.
La relevancia de Paracas no solo reside en su fauna y flora, sino también en su importancia arqueológica. La reserva conserva restos de la cultura Paracas, cuyos textiles y necrópolis son testimonio de la adaptación de civilizaciones antiguas a este entorno único. Además, la Reserva es parte de la Convención de Ramsar, que la designa como humedal de importancia internacional.
«Para nosotros es como nuestro cumpleaños, porque sentimos a la RNP como nuestra. La llevamos en el corazón porque vivimos y trabajamos aquí», afirma Carmen Arenas, presidenta de la Asociación de Pescadores Artesanales El Renuevo Adonay y coordinadora del Comité de Gestión de la RNP. Sin embargo, al igual que muchos pescadores locales, no puede limitarse a celebrar, ya que en el último año han surgido amenazas que ponen en peligro la reserva. «El mar ya no es lo que era, y aún así quieren llevarse lo poco que queda», advierte.
La singularidad ecológica de Paracas
La diversidad de hábitats en Paracas, que abarca desde bahías cerradas como Laguna Grande hasta áreas de intenso oleaje como Lagunillas, refleja su complejidad ecológica. Según Yuri Hooker, biólogo y especialista en biodiversidad acuática, esta variedad de entornos ha convertido a Paracas en un punto clave para la supervivencia de numerosas especies. Hooker señala que la RNP es una de las zonas de mayor afloramiento y diversidad de hábitats en la costa peruana, lo que explica su gran riqueza biológica.
«Paracas es un lugar de gran afloramiento. La diversidad de hábitats es el otro factor que impulsa la riqueza en especies, y ninguna otra parte de la costa peruana tiene tanta diversidad como este sector frente a Ica, especialmente Paracas», afirma.
El descubrimiento del coral Psammogorgia hookeri pone de relieve la singularidad de esta área y su potencial para revelar nuevas especies. Identificada en 2002 por Hooker durante sus exploraciones en la Reserva Nacional de Paracas, esta especie se encuentra a 20 metros de profundidad y ha sido registrada únicamente en la RNP. Investigadores del Smithsonian y la Universidad de Costa Rica la nombraron en honor a Hooker.
Sostenibilidad en peligro
En este lugar, donde solo se permite la pesca artesanal sostenible en las 5 millas, la amenaza de la sobreexplotación pesquera industrial, impulsada por grandes empresas, se vuelve cada vez más palpable. La demanda de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), que busca eliminar las restricciones a la pesca industrial en áreas marinas protegidas es ejemplo de ello. Esta situación es interpretada como un intento de socavar las leyes ambientales y permitir una explotación que podría ser devastadora para el ecosistema.
Para Yuri Hooker, las áreas naturales marinas protegidas son una esperanza para conservar fragmentos de ecosistema marino que aún están menos alterados en comparación con otras zonas afectadas por la pesca industrial. «Por eso resulta alarmante y una vergüenza internacional que desde la SNP y el Congreso se promueva la pesca industrial dentro de un área marina protegida, lo cual contradice todos los esfuerzos de conservación», critica el especialista.
Esta no es la única demanda de la SNP que pone en riesgo a la RNP y otras áreas. También solicitó ante Indecopi eliminar la restricción sobre la captura de anchovetas menores a 12 cm. Aunque algunos defensores de la demanda argumentan que las anchovetas menores a esta talla ya se vienen reproduciendo, Yuri aclara que esto es un mecanismo de supervivencia. «Si una especie disminuye la talla en la que comienza a reproducirse, no significa que debas reducir el tamaño mínimo de captura. Es una advertencia de que esa población está bajo estrés y, si se sigue presionando, podría colapsar», señala.
Protejamos la Reserva Nacional de Paracas
La RNP no solo es un baluarte de biodiversidad, sino también un motor económico para la región. Miles de pescadores artesanales dependen de su sostenibilidad, y cada año, numerosos turistas visitan sus playas y participan en actividades como el avistamiento de aves y la exploración de sitios arqueológicos. Sin embargo, si las amenazas actuales no se controlan, la capacidad de la reserva para preservar su biodiversidad y sustentar la economía local se verá seriamente comprometida.
A medida que Paracas celebra 49 años de existencia, se hace evidente la necesidad de redoblar esfuerzos para asegurar su protección. Las voces de pescadores, científicos y conservacionistas convergen en un llamado urgente: el ecosistema de Paracas es único y debe ser preservado para las futuras generaciones. En este aniversario, la Reserva Nacional de Paracas continúa siendo un emblema de la biodiversidad peruana, pero su futuro depende de decisiones políticas que prioricen la conservación sobre la explotación.