El Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) es una de las áreas geopolíticas más afectadas por el narcotráfico en Perú, abarcando territorios de los departamentos de Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Junín. Declarada zona de emergencia hace más de una década por el Gobierno peruano, esta región se beneficia de proyectos de producción alternativa, como Provraem, que son vitales para el desarrollo local y la lucha contra las economías ilícitas.
El Proyecto Especial de Desarrollo del Valle de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro (Provraem), una institución adscrita al Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), trabaja estrechamente con los agricultores y comunidades nativas en el fortalecimiento de sus emprendimientos.
Con el acompañamiento de Provraem, se implementan alternativas para la producción y comercialización de los cultivos familiares. Para conocer en detalle el trabajo y los avances de esta institución, conversamos con Joyer Bastidas, director zonal de Pangoa del Provraem.
Fortalecimiento de los agricultores
El Provraem viene trabajando desde hace más de 10 años en el fortalecimiento de capacidades a los agricultores, especialmente en proyectos productivos de plátano, bambú, café, cacao, suelos degradados y agricultura familiar en las regiones que abarca el Vraem.
El representante de Provraem en la provincia de Satipo nos comenta sobre las iniciativas productivas que promocionan y destaca la producción de plátanos en el distrito de Pangoa. “Uno de los proyectos bandera es la producción de plátanos, beneficiando a más de 1819 productores en las regiones de Ayacucho y Junín”, remarca Joyer.
También fomentan la asociatividad y trabajan con gremios ya constituidos en los diferentes sectores de producción agrícola. “Para recibir el apoyo del Estado tenemos que estar organizados y así obtener fondos ya sean del Provraem o de otras instituciones,” añadió el representante.
Fortalecer el proceso de comercialización es uno de los ejes más importantes para promover la cadena de valor de los productos agrícolas. En ese sentido, Provraem está impulsando la venta de productos de la comunidad asháninka Tres Unidos de Matereni y la comunidad nomatsiguenga Jerusalén de Miñaro, en el distrito de Pangoa. “Estamos apoyando en la articulación comercial, llevando sus productos, en especial el plátano, a mercados nacionales y tiendas minoristas”, afirmó.
Desarrollo local y alianzas estratégicas
Acceder a las comunidades en el ámbito amazónico de la región Junín es un desafío significativo debido a las grandes distancias. En algunos casos, es necesario llegar en bote y recorrer durante horas, lo que dificulta la entrega de apoyo y recursos.
Por esta razón, Joyer Bastidas señala que uno de los sectores con mayor inversión en el Vraem es la provincia de Satipo: “Más del 70% de la inversión del Provraem se destina a los distritos de Pangoa, Mazamari, Río Tambo y Vizcatán del Ene”.
Para el funcionario, el trabajo articulado es clave en esta zona si se busca maximizar el impacto de las intervenciones. Provraem colabora con el Ministerio de la Producción, Devida, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, así como con gobiernos locales, provinciales y regionales. “Debemos sumar esfuerzos; si articulamos con las otras instituciones, realizaremos un buen trabajo en equipo,” subrayó el portavoz.
Joyer Bastidas finaliza esta entrevista señalando que entre los proyectos futuros del Provraem se encuentra la implementación de un proyecto de riego en el centro poblado Santa Rosa de Chiriari, en el distrito de Mazamari, Satipo. Además, se iniciarán los estudios de un proyecto de irrigación que beneficiará a más de 10 000 agricultores de los centros poblados de Puerto Anapati, Maveni y Puerto Porvenir.