Inforegión recogió la voz de importantes voces que destacan el notable valor del cacao nativo producido en varias reservas comunales del país. En ese sentido, conversamos con Fermin Chimatani, presidente de la Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración (Anecap). Además, recogimos el parecer de Edgardo Murrieta, asesor técnico de Anecap y de la ONG Desarrollo Rural Sustentable (DRIS).
En el tema, se realiza una labor conjunta para profundizar en el conocimiento de este cacao nativo. Al respecto, Anecap tiene importantes aliados. Desde 2018, se inició un proceso de identificación y recolección de cacaos nativos en cinco reservas comunales. En esa labor, además, participan el Sernanp y la ONG DRIS. Los resultados de los análisis genéticos confirman el gran potencial genético y la calidad de los tipos de cacao en las reservas comunales.
Un legado del saber ancestral y el mercado
“El valor del cacao nativo traduce el trabajo hecho por nuestros ancestros y los aliados que nos ayudaron con métodos científicos para revalorizar sus potencialidades”, resaltó Chimatani.
“Para nosotros el tema de cacao es emblemático. Refleja el manejo y el conocimiento que han tenido nuestros ancestros sobre el aprovechamiento sostenible en sus territorios. Para nosotros es clave eso. Es un cacao que netamente nace de los territorios de forma natural; de una conexión cultural y espiritual con la población local, con quienes vivimos en los bosques”, consideró.
El cacao nativo abre un abanico de oportunidades para las comunidades nativas. Chimatani manifestó que los productores locales podrían aprovecharlos para mejorar sus ingresos. Al respecto, citó que hay nichos en determinados mercados que valoran los productos nativos o naturales. Más aún en zonas de cero deforestación, añadió. Por ello, consideró que se puede aprovechar esa ventaja comparativa frente a productos de otras procedencias.
Añadió que otro insumo propio ante el mercado es la valoración que se tiene de los conocimientos ancestrales y los esfuerzos de conservación hechos por pueblos indígenas. Un ejemplo lo tienen en la cogestión de las reservas comunales. A ello se agrega la mirada compartida en el combate contra el cambio climático que las tendencias del mercado valoran cada día más.
Rescate y conservación del material genético
Por su parte, Edgardo Murrieta, asesor técnico de Anecap y DRIS, sostuvo que se avanza “en el rescate de este material genético que está en el bosque y que nadie aprovecha, ni como un tema de material genético para nuevas investigaciones de cacao ni comercialmente”. Para este año, dijo que impulsarán “que todo el mundo conozca que las reservas comunales son esa reserva genética del cacao peruano, y por qué no, del mundo”.
Además, citó que impulsan acciones para conservar el material genético hallado en las reservas comunales. “No podemos permitir que proyectos públicos y privados ingresen a estas zonas con cacaos comunes que lo que van a hacer es que se pierda todo este material genético, pues se hace una mezcla y se pierde esta pureza genética que se tiene”, alertó.
Valor del cacao nativo
Murrieta citó dos casos que ilustran el tema. Uno se dio 2019 cuando hallaron un cacao nativo en la reserva comunal Yanesha. Este ganó el premio al mejor cacao del Perú en el Salón de Cacao y Chocolate.
Otro caso descubierto fue el cacao nativo en Purús. Se trataba de una nueva familia de cacao. Cuando se mandaron las muestras de cacao de Purús para su análisis genético el doctor Dapeng Zhang (United States Departament of Agriculture, Beltsville) se registró que poseía aromatizadores totalmente diferentes a los que tienen otros tipos de cacao. Genéticamente se considera que es diferente a todas las 10 familias de cacaos en un 95.7%, subrayó.
“Hay que valorar lo que tienen estas comunidades porque este es un material genético único en el mundo. Igual tenemos un buen trabajo con la Reserva Comunal Amarakaeri. Tenemos 46 tipos de cacao nativos identificados. Entre ellos trabajamos un cacao blanco. Consideramos que puede ser el origen de los cacaos blancos en el mundo si hacemos la demostración genética”, resaltó. Por esto y más, consideró que los cacaos nativos sirven para posicionar al Perú como un país productor de cacaos finos y de aroma.
Dato
Los trabajos conjuntos de investigación acerca del valor de los cacaos nativos se realizan en cinco reservas comunales. Estas son: Amarakaeri, Machiguenga, Purús, El Sira y Yanesha.