En Perú la trata de personas se ha convertido en un delito cada vez más dominado por redes del crimen organizado. Así lo advierte CHS Alternativo, organización que presentó recientemente un preocupante informe sobre las nuevas tendencias de la explotación humana en el país.
Los datos del Centro de Atención Legal y Psicosocial (CALP) de esta organización revelan un incremento alarmante en la presencia de estructuras criminales complejas: mientras que entre 2006 y 2021, el 28% de los casos atendidos involucraban múltiples víctimas, entre 2022 y 2025 esa cifra aumentó a 39%. Esta evolución refleja la creciente sofisticación de los grupos dedicados a este delito.
Aumento de víctimas extranjeras
Durante el evento “La dignidad en riesgo: nuevas realidades de la explotación humana en el Perú”, Mercedes Arce, directora de Programas y Proyectos de CHS Alternativo, advirtió que el perfil de las víctimas continúa siendo mayoritariamente femenino, compuesto por jóvenes mujeres explotadas sexualmente. Sin embargo, un cambio reciente destaca con fuerza: el aumento de víctimas extranjeras.
“Según las cifras del centro de atención de CHS Alternativo, en 2021, solo el 11% de víctimas de delitos contra la dignidad eran extranjeras; sin embargo, en 2024 el porcentaje aumentó a 28%, es decir casi la tercera parte de las atenciones, lo que revela cómo las organizaciones criminales operan de manera trasnacional, aprovechando la corrupción y que la persecución penal por estos delitos en el país aún tiene retos”, afirmó Arce.

Cifras de impunidad
El sistema judicial peruano muestra una preocupante falta de eficacia en la persecución del delito de trata. Según cifras oficiales del Ministerio Público, en 2024 se presentaron 1900 denuncias por trata de personas y delitos relacionados, pero solo se lograron 30 sentencias condenatorias en el Poder Judicial. Esta cifra representa apenas el 1.58% del total, lo que pone en evidencia una grave falla en el acceso a la justicia.
CHS Alternativo considera que esta escasa cantidad de condenas refuerza la percepción de impunidad entre las víctimas y fortalece a las redes delictivas, que continúan operando con escasos riesgos legales.
Adolescentes en peligro: grooming y explotación digital
El estudio también hace hincapié en el aumento de casos de explotación sexual infantil y en línea. Ricardo Valdés, director ejecutivo de CHS Alternativo, señaló que una de las mayores amenazas actuales es el grooming, estrategia usada por agresores que se hacen pasar por jóvenes en internet para ganarse la confianza de menores con fines de explotación sexual.
Una encuesta nacional aplicada por la organización entre 2023 y 2025 reveló que en Lima y Callao el 60% de adolescentes interactúa en línea con agresores que usan perfiles falsos, y un 20% estaría dispuesto a compartir imágenes con contenido sexual.
“Nos llama la atención la gran cantidad de adolescentes encuestados que no reconoce que los agresores generan perfiles falsos para generar confianza y concretar situaciones de violencia sexual. La brecha de desconocimiento es notable en los jóvenes entre los 11 y 14 años”, señaló Valdés.

Urge mayor acción estatal
Frente a este panorama, Valdés fue enfático en su llamado a una respuesta integral por parte del Estado. “La trata de personas sigue creciendo y se hace trasnacional, pero el Estado no responde. Falta más presupuesto para garantizar el derecho a la información de niñas, niños y adolescentes, fortalecer los sistemas de capacitación al personal que los atiende y hacer que más víctimas accedan a los servicios, pero también es indispensable un mejor trabajo para lograr el acceso a la justicia, con condenas efectivas”, puntualizó.