Los integrantes de la feria agroecológica De la Chacra a la Olla solicitaron al Gobierno Regional de Huánuco y a la Municipalidad Provincial que se les incluya en el proyecto de mejoramiento del corredor vial Alameda de la República. Denuncian que el estudio técnico no prevé un espacio alternativo para el funcionamiento de su feria, lo que afectaría a más de 1300 productores locales.
El presidente de los feriantes, Juan Figueredo, señaló que han pedido la instalación de una mesa de diálogo debido a que, según su evaluación, el proyecto no ha considerado el impacto sobre las familias campesinas que dependen de la venta directa de sus productos. “No nos han involucrado a los campesinos. Necesitamos que este proyecto, si se va a hacer, se haga bien, para el bien de Huánuco, no buscando intereses de grupo y dejando de lado a los agricultores”, afirmó.
Feria con más de 20 años de funcionamiento
La feria De la Chacra a la Olla opera cada sábado en la Alameda de la República desde hace 26 años. En ella participan productores de distintos distritos de la provincia, que comercializan directamente productos como papa, maíz, habas y ollucos. Según los organizadores, esta actividad genera un movimiento económico importante en la ciudad.
“Si somos desalojados, esto nos perjudicaría enormemente. Muchos campesinos viven de la feria y mucha gente de Huánuco también compra sus productos”, advirtió Figueredo. Agregó que la feria contribuye a promover el consumo de alimentos sanos y locales, por lo que consideran que su continuidad debe ser garantizada.

Piden mayor planificación
Los feriantes cuestionan que el proyecto no contemple un análisis del impacto social y económico de las obras. “Deberían haber previsto hacer algún estudio socioeconómico de Huánuco para lanzar un proyecto de esa magnitud”, dijo Figueredo, quien también expresó su preocupación por experiencias pasadas. “En Tingo María la Alameda ha sido un desastre. Espero que aquí hagan bien el trabajo”, agregó.
Desde su perspectiva, el proyecto debería ser reformulado para incluir a los productores y asegurar que el desarrollo urbano no implique la pérdida de espacios para la agricultura familiar. Por ello, insisten en la necesidad de instalar una mesa de trabajo que revise los alcances del proyecto y busque una solución consensuada.