Perú y Singapur han firmado un nuevo acuerdo de cooperación que busca impulsar acciones concretas para enfrentar el cambio climático. Se trata de un convenio que permitirá financiar proyectos que reduzcan la contaminación causada por los gases de efecto invernadero, y que además abre la puerta a trabajar juntos en la generación e intercambio de créditos de carbono.
Estos créditos representan una tonelada de dióxido de carbono (CO₂) que se deja de emitir gracias a iniciativas como la protección de los bosques amazónicos o la recuperación de ecosistemas degradados. Aunque los detalles del acuerdo aún no se han hecho públicos, se sabe que Singapur está dispuesto a reconocer los llamados “créditos forestales”, es decir, aquellos que se generan directamente por cuidar y conservar los bosques y el suelo.
Reactivación de proyectos forestales
El acuerdo con Singapur abrirá nuevas oportunidades para los desarrolladores de proyectos de carbono en Perú, quienes deberán adecuarse a los requisitos establecidos por el Artículo 6 del Acuerdo de París. Según lo estipulado, los proyectos aprobados deberán demostrar beneficios adicionales en desarrollo sostenible, tales como la generación de empleo, el acceso a servicios básicos y la reducción de la contaminación ambiental.
Perú es actualmente uno de los principales emisores de créditos de carbono forestal a nivel global. Un reciente análisis de la empresa Paskay, basado en la base de datos del Proyecto de Comercio de Carbono de la Universidad de Berkeley (EE.UU.), ubicó al país como el segundo en el mundo en la emisión de este tipo de créditos, con un total de 90.081.536 certificados registrados hasta marzo de 2024.
“De acuerdo con estudios internacionales, los mercados de carbono pueden duplicar la ambición climática, por eso es clave que Perú busque nuevos acuerdos”, señaló Jorge Torres, director ejecutivo de Paskay.

Singapur apuesta por los créditos basados en la naturaleza
En los últimos años, Singapur ha implementado diversas iniciativas orientadas a consolidarse como un centro regional de servicios de carbono. Su Plan Verde 2030 busca reformar el sector energético y fomentar soluciones sostenibles para reducir las emisiones del país, que actualmente rondan los 65 millones de toneladas de CO₂ equivalente al año.
En ese contexto, Singapur convocó recientemente a una licitación para la adquisición de créditos de carbono basados en la naturaleza. Aunque su objetivo inicial era captar medio millón de certificados, la convocatoria recibió propuestas por más de 30 millones de créditos de 17 postores, reflejando un alto interés del mercado.
Los cálculos oficiales indican que el desarrollo de estos servicios de carbono podría generar entre 1.352 y 4.207 millones de dólares hacia 2050, con potencial en áreas como financiamiento, comercio de materias primas y gobernanza climática.
Cooperación internacional frente al cambio climático
El acuerdo con Singapur representa la segunda alianza internacional de Perú bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París. La primera fue firmada en 2020 con Suiza y se orienta a proyectos de eficiencia energética. En el caso de Singapur, el convenio con Perú es el primero con un país latinoamericano y el cuarto a nivel global.
“Es necesario conocer los términos del acuerdo con Singapur para ver cómo puede beneficiar a los proyectos peruanos de carbono y, a la larga, a nuestros bosques y a la población que vive de él”, agregó Torres.
Este tipo de mecanismos buscan promover la cooperación internacional para enfrentar el cambio climático y acelerar la implementación de soluciones que reduzcan las emisiones globales. En ese marco, Perú reafirma su interés en atraer inversión climática y fortalecer el desarrollo de proyectos ambientales con impacto social y económico.