En un emotivo discurso, Anai, una adolescente de 16 años originaria de Apurímac, Perú, se convirtió en la voz de los niños y adolescentes afectados por la crisis climática durante la Cumbre del Futuro, organizada por Naciones Unidas en Nueva York. “Nuestra Amazonía se está quemando. Nuestra Pachamama está muriendo. Los incendios forestales están acabando con nuestros alimentos, que vienen de las siembras y las cosechas. Estamos respirando aire contaminado”, exclamó frente a líderes globales y autoridades latinoamericanas.
Anai, miembro del Movimiento Nacional de Niños y Adolescentes Trabajadores Organizados del Perú (MNNATSOP), participó en el evento en representación de las voces jóvenes de comunidades rurales afectadas por la degradación ambiental y la desigualdad. Su mensaje reflejó la urgencia de tomar acciones concretas para frenar los efectos devastadores del cambio climático en las zonas más vulnerables de América Latina, donde los incendios forestales no solo están destruyendo ecosistemas, sino también las fuentes de alimentos esenciales para las comunidades.
Durante su intervención, Anai destacó la amenaza que supone la crisis climática para los derechos de la infancia, la salud y el bienestar de las poblaciones rurales. Además, expresó su preocupación por la creciente desigualdad que aleja a los niños y adolescentes de los beneficios del desarrollo global. “Estamos viviendo una crisis que afecta todos nuestros derechos. Es urgente que inviertan en los niños y aborden los desafíos que enfrentamos, incluida la crisis climática y la desigualdad de género», afirmó con firmeza ante los líderes presentes.
Desigualdades frenan los avances de los ODS
El discurso de Anai coincidió con la presentación del informe «Contra el tiempo» de Save the Children, que alerta sobre los rezagos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este documento, que evalúa los avances en 116 países, concluye que las desigualdades en el acceso a recursos, educación y servicios básicos están obstaculizando metas clave como la erradicación de la malnutrición, la reducción de la mortalidad infantil y la eliminación del matrimonio infantil.
Inger Ashing, directora ejecutiva de Save the Children International, expresó su indignación ante el estancamiento en los avances para los niños más vulnerables: «Es completamente inaceptable que los niños más vulnerables del mundo estén siendo excluidos del progreso que se está logrando para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible». En el mismo sentido, el informe resalta la necesidad de acelerar las inversiones en sectores clave como la educación, la salud y la seguridad alimentaria para garantizar un futuro equitativo para los niños de todo el mundo.
Un llamado urgente a la acción global
En 2015, los Estados Miembros de la ONU se comprometieron a alcanzar 17 objetivos globales y 169 metas para 2030, en un esfuerzo por erradicar la pobreza, reducir las desigualdades y proteger el planeta. Sin embargo, a seis años del plazo límite, el mundo está lejos de cumplir esas metas. Anai, en su discurso, instó a los gobiernos a priorizar la inversión en políticas que beneficien a los más rezagados, en especial a las poblaciones rurales que, como ella, dependen de la tierra para su sustento.
“El futuro es ahora”, sentenció la joven activista, subrayando que la seguridad alimentaria es uno de los problemas más urgentes que enfrentan millones de personas en su país y en toda América Latina. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de garantizar el acceso a la tierra para que las comunidades rurales puedan cultivar sus propios alimentos, enfrentándose a los retos del cambio climático, que amenaza con empeorar la situación.