Dos niños que sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado en las ciudades de Satipo y Piura vienen respondiendo satisfactoriamente al tratamiento médico en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Lima.
Se trata de Matías de 8 años quien se quemó con un líquido caliente en el rostro, tórax y la espalda, afectando el 22% de su cuerpo. Fue su padre Fernando Salazar Sansón quien lo acompaña en su periodo de convalecencia tras llegar con su menor en un vuelo de la Fuerza Aérea Peruana (FAP).
Por otra parte, Danna también de 8 años, se recupera de las lesiones que sufrió tras la explosión del tanque de gasolina de un vehículo en la ciudad de Piura. Trágicamente, su padre falleció en el accidente.
La menor perdió a su madre en 2021 durante la pandemia de la COVID-19. Por ello, fue su abuela Erodita Quezada quien la acompañó a su traslado aéreo a Lima. La señora Quezada permanece junto a su nieta y supervisa de cerca su proceso de recuperación en el INSN. Ella confía en la experiencia del equipo profesional del INSN y espera regresar pronto a casa junto a Danna.
Atención especializada para niños quemados
“Los pacientes pasaron etapa de curación bajo anestesia, se están preparando para su ingreso a sala de operaciones y realizar limpieza de las zonas dañadas, para posteriormente colocar injerto de su propia piel”, informó el doctor Rubén Huamaní Pacse, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del INSN.
El médico destaca la importancia de la atención oportuna en los casos de Matías y Danna, atención que se extiende para niños y adolescentes en todo el Perú que requieren un tratamiento especializado. Asimismo, señaló que el servicio que se brinda a los niños quemados es integral y beneficia a pacientes que son derivados de todo el país para recibir los tratamientos adecuados que cada caso requiere.