SATIPO. La Dirección Regional de Producción (Direpro) de Junín, la Municipalidad Distrital de Mazamari y la comunidad nativa Unión Puerto Asháninka unieron esfuerzos para instalar módulos de crianza de peces tropicales. Esta iniciativa busca combatir la anemia infantil y mejorar la nutrición en la región, donde la tasa de anemia en niños disminuyó del 45.3% en 2021 al 42.9% en 2022, pero continúa siendo un desafío crítico.
El proyecto consiste en la instalación de cuatro estanques acuícolas que proveerán alimentos nutritivos a cientos de familias, beneficiando especialmente a gestantes y niños. Estos módulos no solo ayudarán en el crecimiento y la prevención de la anemia, sino que también permitirán a las familias beneficiarse económicamente con la producción de peces.
Entrega oficial
Durante la entrega oficial, el director de Direpro, Jaime Ortiz, y el alcalde de Mazamari, Johnny Apolinario, participaron en la siembra de más de 3000 alevinos. Además, se entregaron seis sacos de alimento balanceado para asegurar el crecimiento adecuado de los peces.
Apolinario destacó la importancia de la capacitación en el manejo de los módulos: «Aquí podemos hablar hasta 5000 o 6000 peces, pero hay que aprender a manejar, hay que aprender a alimentar, hay que aprender a hacer técnicas de manejo».
Asimismo, mencionó el apoyo continuo que brindará el municipio: «En el distrito contamos con un laboratorio de producción de alevinos, entonces ustedes forman parte también de este trabajo y cada año o cada seis meses podemos nosotros subvencionar estos alevinos para que puedan sembrar en estas piscigranjas».
Fomento de desarrollo
Este proyecto no solo aborda la problemática de la anemia y la desnutrición, sino que también fomenta el desarrollo económico de la comunidad. La crianza de peces tropicales ofrece una fuente de proteínas de alta calidad y una potencial fuente de ingresos para las familias de la comunidad nativa Unión Puerto Asháninka.
La colaboración entre el gobierno y la comunidad nativa se presenta como una estrategia clave para revertir la situación de pobreza y garantizar un futuro saludable para los niños de la región. Este proyecto en Mazamari es un ejemplo de cómo la unión de esfuerzos puede generar soluciones concretas a problemas como la anemia infantil y la falta de acceso a alimentos nutritivos.
