La Loma Costera de Pamplona, ubicada en los distritos de San Juan de Miraflores y Santiago de Surco, ha sido incluida recientemente en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles del Perú. Con esta designación, otorgada por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) ya son 189 los ecosistemas frágiles reconocidos en el país, abarcando en total casi cinco millones de hectáreas de áreas protegidas.
Este espacio natural se destaca por albergar una notable diversidad biológica. Se han identificado 47 especies de flora silvestre, 14 especies de aves y una especie de reptil, la lagartija de las lomas. Entre las especies vegetales más representativas están la flor de Amancaes , catalogada como Vulnerable, la Begonia, en Peligro, la Tara, también Vulnerable, y la Mito , en Peligro Crítico.
Importancia de su protección
Los ecosistemas frágiles son áreas de alto valor de conservación que albergan especies amenazadas y endémicas, además de hábitats en buen estado de preservación. Su designación reconoce su importancia en la protección de la biodiversidad y en la provisión de servicios ecosistémicos esenciales para la población local, como la regulación del clima y el mantenimiento de hábitats para la fauna silvestre.
“Este ecosistema frágil tiene una extensión de 38.70 hectáreas. Para ello se realizó un trabajo articulado con las autoridades regionales y locales; y con la población local», sostuvo el director ejecutivo del Serfor Erasmo Otárola.
Marco normativo para la conservación
Para garantizar la protección de estos ecosistemas, el Serfor ha desarrollado diversas herramientas normativas, entre ellas los «Lineamientos para la Identificación de Ecosistemas Frágiles y su Incorporación en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles» y las «Condiciones para el uso de los recursos forestales y de fauna silvestre en los ecosistemas incluidos en la lista sectorial de ecosistemas frágiles». Además, se ha implementado un «Protocolo de Actuación Interinstitucional» para gestionar y proteger estos espacios naturales.
El reconocimiento de la Loma Costera de Pamplona como ecosistema frágil busca ser un paso en la conservación del patrimonio natural de Lima, promoviendo su protección frente a amenazas como la urbanización y el cambio climático.
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