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domingo 10, diciembre 2023

La niñez amazónica: Salud pública para proteger el derecho a vivir

Al otro lado del río, las niñas y niños de las comunidades indígenas amazónicas se ven afectadas por problemas de salud, como la anemia y desnutrición, relacionadas a las condiciones de vida que no se ven.

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LORETO. Yosi (12) maneja un motokar a carcajadas y toda velocidad, acompañado de Felicho, Loani, Chatin, Mariano, Pipi y La Gringa. Todos descalzos, vienen desde el puerto local hasta la escuela, recogiendo diversos cultivos de su bosque como la mankua, coco, binpish, naranja y cidra.

Al preguntar si se habían caído alguna vez en alguna de sus aventuras en el motokar, Yosi dio la que sería la primera ‘cachetada’ simbólica de realidad. “¿Si no me hubiese caído, entonces cómo aprendo?”, respondió tajante. Así se presentaron las niñas y niños shipibo-konibo de la comunidad nativa de Paohyán, ubicada en la provincia de Ucayali, región Loreto.

Luego de llegar y lanzarse muchísimas veces al río, los pequeños se dedicaron a su especialidad: recolectar frutas. Tenían tantos mangos que era imposible llevarlos todos, por ello te regalan tres, de los cuatro que recolectaron. La mayoría de ellos son criados por abuelos y abuelas. Muchos han sido rechazados por sus padres, o son huérfanos. No es una necesidad, pero también dan afecto y buscan la manera recibirlo.

Muchos niños en Paoyhán desarrollan el lenguaje de manera más lenta; pero hablan dos idiomas (shipibo y castellano). Además, a muy temprana edad, muchos están preparados para cosas prácticas de la vida: saben pescar, cazar y cocinar. Sin embargo, los problemas por la alimentación cada vez son mayores, y muchos tienen relación por las carencias colectivas: la pobreza y falta de higiene. 

Esta precaria situación no ayuda para un pleno desarrollo de la infancia nativa amazónica.

Las nuevas convivencias

Esto viene relacionado con la falta de servicios básicos como el agua potable y el desagüe. Los parásitos que contraen los niños es consecuencia de las aguas residuales. El pediatra Eduardo Silva Rivera, master en Gerencia de Salud, afirma que en estos contextos, la anemia y desnutrición es mayor.

Por otro lado, el apu David Ruiz Urquía, presidente de la Federación de Comunidades Indígenas del Distrito de Padre Márquez (Fecidpam) y miembro de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), expresa su genuina preocupación por la información que confirma lo observado: las enfermedades que más afectan a los niños son las infecciones intestinales, que vienen relacionadas con fiebre, tos; y un alto índice de anemia y desnutrición. “Todo es por la inadecuada alimentación, que pone en riesgo su futuro” lamenta el líder indígena.

Ruiz Urquía demanda condiciones necesarias para una buena atención en la salud infantil, pero además demanda personal de línea : “Por tener una densidad poblacional en crecimiento -2mil habitantes para arriba- es necesario que haya medicamentos suficientes. El Estado es muy deficiente en su implementación”, concluye.

Necesidad no, urgencia

La alimentación aquí no es tan variada como podríamos pensar ingenuamente. Lo que más se consume es la yuca, el plátano y el pescado.Todo conseguido cuando aún no termina de salir el sol, en las madrugadas, por quienes salen en su búsqueda”.

Hace cientos de años llegaron -entre otros cultivos- el arroz, azúcar, sal y el aceite, a la par que se limitaba, por actividad extractivas (agrícolas, madereras, comerciales), el acceso pleno a una alimentación natural balanceada. Luego, empezaron a expandirse las fronteras de monocultivos agrícolas, para después transformarse en deforestación, tráfico de madera, minería ilegal, y más economías ilícitas, mientras se contaminaban los ríos.

Aquí hay desnutrición, enfermedades gastrointestinales por parásitos y anemia. Es importante saber que la desnutrición puede ser causa o efecto de la anemia -que es multifactorial- y de hecho están muy ligadas”, afirma el doctor Silva Rivera. La alimentación indígena no es la que era hace cientos de años. Ahora, es un factor clave que influye en la presencia de estas enfermedades.

La anemia tiene varios factores: malnutrición, agua, saneamiento, atención inadecuada de los partos y un deficiente cuidado prenatal, entre otras. Y para ello, es necesario un trabajo intersectorial para afrontar el problema.  

Cifras que preocupan

Según un estudio, realizado en el 2022 por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), el porcentaje de anemia en niñas y niños de Loreto, en áreas rurales hasta tres años, es de 53.1%. En casos de desnutrición crónica, es de 23.3%. Al otro lado del río, en el distrito de Padre Márquez, el Ministerio de Salud evaluó a 23 pacientes, entre seis y 59 meses. El 46.2% de los niños shipibo-konibo tenía anemia, sin incluir un posible sub registro.

Además, en el distrito de Padre Márquez el porcentaje de población en situación de pobreza es de 52.46%. De 3697 ciudadanos, 1704 tienen entre cero y 17 años. Son 21 los Centros Poblados dentro del distrito de Padre Márquez, de los cuales solo el 8% tiene saneamiento, vía red pública o pozo séptico.

Brechas en los servicios básicos de salud

Según el pediatra Silva Rivera, muchas veces las mamás se sacrifican y no comen para dar de comer a sus pequeños. “Y cuando embarazan, están desnutridas”, afirma. Esto incrementa el riesgo que su hija o hijo nazca con este tipo de deficiencias.

En Paoyhán hay una sola posta médica, pero los ciudadanos expresan su preocupación por la falta de abastecimiento de medicamentos. Estas carencias reducen bastante la capacidad de respuesta eficiente frente a emergencias médicas, pues acceder al centro de salud más cercano es más un privilegio, que un derecho: Está entre seis y ocho horas de distancia en bote, costando hasta S/ 100 sólo la ida.

La desnutrición crónica y la anemia son los padecimientos más frecuentes entre la infancia indígena amazónica. “Mientras existan comunidades sin servicios básicos de agua potable, desagüe, vamos a seguir siendo un país anémico”, afirma, Ernesto Ortiz Garcia, especialista en salud global. En comunidades amazónicas como Paoyhán, esto no parece ser un derecho fundamental.

En ese sentido, remarcamos que es importante reflexionar sobre la situación sanitaria en temas de nutrición de estos niños y niñas indígenas de nuestra Amazonía. Esto con el fin de abonar a favor de la implementación de medidas en pro de su bienestar y así puedan jugar sanos y libres para aportar al desarrollo de la comunidad que los vio nacer y crecer”,  comenta el también gerente senior de Programas en el Centro de Innovación de Salud Global en el Instituto Duke de Salud Global.

Se debe crear un modo accesible de recibir atención en servicios de salud.
Se debe crear un modo accesible de recibir atención en servicios de salud.

La urgencia de una salud intercultural

Es entonces necesario un diálogo intercultural y transversal entre la medicina y otras disciplinas e instancias para optimizar la higiene, la educación, el acceso a servicios de salud, a una adecuada dieta para su proceso de crecimiento, entre otras necesidades. De esta manera cuidar así su salud asegurará el buen desarrollo de la infancia de estos  ciudadanos en nuestra Amazonía. Necesitamos mas continuidad y monitoreo en los programas interculturales, una visión más a mediano y largo plazo que inmediata”, comenta Nancy Santullo, fundadora y directora ejecutiva de la Asociación Rainforest Flow.

Con su organización, Santullo ofrece programas colaborativos y sostenibles de agua segura, saneamiento e higiene a los pueblos indígenas en la Reserva de Biósfera del Manu. Actualmente trabajan con cinco comunidades, consiguiendo un 94% de reducción en la prevalencia de parásitos intestinales. “Dada la falta de acceso a una atención médica culturalmente apropiada y las amenazas sociales y ambientales, es importante que las comunidades recuerden permanecer unidas y cuidar bien de su propia salud y medio ambiente utilizando el conocimiento tradicional transmitido durante siglos”, agrega.

La geografía es accidentada, pero más aún es la gestión de distintas entidades para garantizar el acceso a la salud a todas las quebradas y cuencas. Mientras que el problema no sea abordado de manera intersectorial, con enfoque intercultural, los problemas persistirán, llevando consecuencias en su educación. 

Además, se deben crear un modo accesible de recibir atención en servicios de salud y optimizar la calidad de estos servicios; como el acceso al control prenatal, a una adecuada atención del parto, lactancia materna exclusiva, atención de control del niño, prevención y eliminación de la parasitosis infantil, etc.

Las infancias de aprendizaje

Los menores se divierten haciendo las tareas que sus hermanas y primas les ordenan: cortar hojas para envolver pescado o traer agua del río. A pesar de todos los problemas, los niños son muy ágiles física y mentalmente, pues su entorno les reta constantemente. 

Los chicos pescaron y mataron peces para luego empanizarlos, freírlos y comérselos. A las niñas, fue más fácil matar peces, pero prefirieron usar los que sus mamás les dieron. Tras sacarles las tripas (y dárselas a los pollos) hicieron una sopa. Luego, fueron a abrir unos cocos para tomar agua y seguidamente meterse al río.

De todas maneras, las niñas y niños seguirán resistiendo mediante el juego.

Fotos y texto: Luciana Zunino

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