La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) ha iniciado una capacitación especializada para técnicos del programa de café en el Alto Huallaga, como parte de su estrategia de Desarrollo Alternativo. La formación se centró en la implementación de fermentaciones controladas durante el proceso de postcosecha, con el objetivo de mejorar la calidad del café y fortalecer la producción legal en la región.
Nuevas técnicas para procesos de fermentación
El entrenamiento se desarrolló en tres estaciones temáticas. La primera abordó los nuevos protocolos en el procesamiento del café, con énfasis en fermentaciones controladas como la alcohólica, láctica y doble fermentación. Estas técnicas influyen directamente en las características sensoriales del grano, permitiendo acceder a mercados especializados que demandan cafés diferenciados.
Los conocimientos adquiridos buscan ser replicados por los técnicos mediante asistencia directa a los caficultores, lo que permitirá mejorar el producto final y aumentar su valor comercial.

Evaluación de nuevas variedades
La segunda estación se centró en el análisis de nuevas variedades introducidas en la zona: Tupi, Obatá, Paraíso y Catiguá. Se evaluó su rendimiento agronómico, adaptabilidad a diferentes climas, resistencia a enfermedades y desempeño en taza. Además, se discutieron estrategias de siembra y espaciamiento, adaptadas a las características de cada planta.
El objetivo es seleccionar variedades que no solo sean productivas, sino también adecuadas para las condiciones locales y las exigencias del mercado.
Renovación de cafetales
La tercera estación estuvo dedicada al manejo de renovación de cafetales. Se revisaron técnicas de poda estratégica, lo que permitirá a los productores decidir entre renovar sus plantas actuales o reemplazarlas por nuevas variedades. Estas decisiones están orientadas a mejorar la productividad de manera sostenible.

Proyección y objetivos del programa
Según Devida, estos conocimientos permitirán que los productores del Alto Huallaga mejoren la calidad de su café y accedan a nuevos espacios comerciales. “Estas nuevas prácticas permitirán a nuestros caficultores acceder a mercados de especialidad, participar en concursos nacionales y locales, y establecer relaciones directas con compradores, lo cual contribuye a mejorar su economía familiar y estilo de vida de manera sostenible”, señaló un representante de la institución.