Cada 16 de junio se conmemora el Día Mundial de la Biotecnología, una fecha que reconoce el papel de esta disciplina en la construcción de un futuro sostenible. En Perú, varias startups impulsadas por el programa ProInnóvate del Ministerio de la Producción (Produce) están aplicando la biotecnología para enfrentar desafíos como el cambio climático, el desperdicio de alimentos y el tratamiento de enfermedades crónicas.
Estas iniciativas, desarrolladas en distintas regiones del país, buscan responder a problemas actuales mediante soluciones científicas y tecnológicas que se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Soluciones para la industria alimentaria y agrícola
La startup Zabio ha desarrollado batidos y leches proteicas a partir de un microorganismo patentado, conocido como Null Organism, mediante un proceso de fermentación de precisión. La tecnología permite modificar sabor, textura y valor nutricional, con el objetivo de ofrecer alternativas alimentarias sostenibles frente al cambio climático.
Por otro lado, Bio Natural Solutions ha creado Bio Natural Cover, un recubrimiento orgánico a base de cáscaras de cítricos que retrasa la oxidación y maduración de frutas y verduras. Según la empresa, su uso reduce las pérdidas hasta en un 80% y el producto ya se exporta a nueve países de América Latina.

Aplicaciones en salud y cuidado animal
En el sector salud, Nanovida ha formulado un gel con nanopartículas de cobre que, según sus desarrolladores, acelera hasta en un 300% la cicatrización de heridas y quemaduras en pacientes diabéticos. El producto se comercializa como fórmula magistral en Arequipa y está a la espera de autorización sanitaria para una distribución más amplia.
Otra iniciativa, Top Pet, elabora productos dérmicos para mascotas utilizando fitoqueratina extraída de residuos vegetales descartados por la agroindustria. La propuesta busca mejorar la salud cutánea de perros y gatos mientras promueve la economía circular.
Residuos convertidos en insumos para producción animal
La empresa BSF Logistic aplica bioconversión de residuos orgánicos a través de la crianza de larvas de mosca soldado negra, que luego son transformadas en harina proteica para alimentar aves y peces. La startup señala que 1 kilogramo de huevos de este insecto puede procesar hasta 20 toneladas de residuos, ofreciendo una alternativa a la harina de pescado y soja en la industria alimentaria.
En la región Piura, la startup Yema ha creado “Cáscara”, un alimento balanceado para gallinas a base de cáscaras de mango, maracuyá, uva y plátano. De acuerdo con la empresa, esta fórmula ha permitido reducir en 50% los costos de alimentación, reemplazar 21 toneladas de maíz transgénico y reciclar 33 toneladas de residuos orgánicos.

Biotecnología como herramienta estratégica
De acuerdo con ProInnóvate, el desarrollo de estas soluciones biotecnológicas permite transformar residuos en productos con valor agregado, mejorar la eficiencia productiva y reducir impactos ambientales. La biotecnología es considerada una herramienta clave para combatir el hambre, las enfermedades y el cambio climático a escala global.
Estas startups demuestran cómo la inversión en innovación tecnológica puede generar beneficios económicos y ambientales concretos, en un contexto en el que el planeta enfrenta una creciente acumulación de desechos y presiones sobre los sistemas alimentarios y sanitarios.