SATIPO. El desarrollo económico y la preservación de las tradiciones ancestrales de las comunidades nativas es trascendental para su vigencia. Eso lo sabe bien la comunidad indígena de Shonori, ubicada en el distrito de Llaylla, quienes elaboran prendas de vestir, adornos y bisutería.
Selma Shonoi, la persona detrás de este emprendimiento, contó a Inforegión cómo iniciaron en esta travesía para impulsar el cuidado de sus costumbres. Asimismo, mencionó sus proyectos para el futuro y a dónde quieren llegar como organización.
Comienzos
Selma recuerda que estas técnicas que utilizan para elaborar las prendas y artesanías vienen de generaciones pasadas. “Estas artesanías vienen de nuestros abuelos y padres. No debemos olvidar nuestras costumbres”, mencionó Shonoi.
Explicó que en el año 2014 empezaron a vender las artesanías, como tallados, platos ancestrales y las canastas. Seis años después, viendo la necesidad de incrementar la cartera de productos y para fomentar el desarrollo económico decidieron a confeccionar prendas.
Entre las vestimentas, se encuentra la cushma, bikinis y ropa de gala. Estas prendas tienen cierto grado de dificultad para elaborarlas. Selma contó que hacer un vestido de gala toma alrededor de 20 días, ya que el teñido no es un proceso fácil.
Apoyo de las autoridades
Uno de los pilares para que este emprendimiento nativo salga adelante fue el apoyo de las autoridades. Shonoi contó que, este año, la alcaldesa distrital de Llaylla, Noemí de la Cruz Maldonado, brindó ayuda con la entrega de telas.
Dentro de las expectativas que tienen para los siguientes años es que puedan enviar estas piezas indígenas de la selva central al extranjero. “Nuestra meta es exportar al extranjero. Lo vamos a lograr gracias a los profesionales que tenemos”, finalizó Selma