Las exportaciones de café y cacao peruanos alcanzaron la cifra récord de US$ 2400 millones en 2024, superando incluso a los arándanos, tradicionalmente conocidos como “el oro azul” del Perú. El cacao peruano experimentó un aumento de casi el 200% en sus exportaciones respecto al año anterior, mientras que el café creció un 33%, según cifras oficiales. Este logro refleja el crecimiento del sector y el impacto de dos cadenas productivas que incluyen a más de 300 000 pequeños agricultores de la Amazonía.
Crecimiento sostenido en cifras
Entrevistamos a José Yturrios, director de la consultora Recursos – División de Agricultura Sostenible y Cambio Climático, quien destacó la diferencia entre estas cadenas y otros cultivos de exportación: “Mientras los arándanos son producidos en grandes plantaciones de la costa con tecnología de punta, gerencia de primer nivel y financiamiento, el café y el cacao son cadenas inclusivas que incorporan a más de 300 000 pequeños productores independientes”.
Yturrios añadió que estos agricultores cultivan alrededor de 690 000 hectáreas de café y cacao en la Amazonía y enfrentan múltiples dificultades: “La carencia de asistencia técnica, tecnología, gerencia y financiamiento hace doblemente importante este logro”.
Asimismo, resaltó que los altos precios internacionales han sido clave en este auge, con los agricultores recibiendo no menos del 90% del valor del precio global gracias a la competencia entre más de 400 empresas exportadoras. Esta dinámica asegura que las ganancias lleguen directamente a los productores, fortaleciendo su economía.
Programas de desarrollo alternativo apostaron por el café y cacao
Tanto el café como el cacao han sido parte de los programas de desarrollo alternativo impulsados por instituciones como la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Droga (Devida), USAID, la Unión Europea, GIZ y otros cooperantes internacionales. Estas iniciativas han promovido la transición de agricultores de cultivos ilícitos hacia cadenas sostenibles y rentables. «Estos programas tenían un gran reto: incorporar un número muy importante de pequeños productores. Para eso, era fundamental encontrar productos con mercados amplios», afirmó Yturrios.
Según su experiencia, productos como la piña tuvieron éxito a nivel local, pero enfrentaron límites debido a la falta de exportación. Sin embargo, el cacao y el café lograron un impacto social y económico mayor gracias a sus ventajas naturales y de mercado. «En el caso del cacao, Perú es zona de origen, con la mayor biodiversidad de cacaos. Es un producto nativo que ya está adaptado a los microclimas del país», explicó.
El crecimiento de ambos productos también ha sido favorecido por su demanda global. «El mercado mundial del café supera los 10 millones de toneladas, mientras que el cacao ronda los 5 millones. Aunque Perú produce una pequeña parte de ambos, tenemos la ventaja de poder aumentar nuestra producción sin saturar el mercado ni afectar los precios», comentó.
Retos para mantener la competitividad
Yturrios resaltó que el cacao y el café ocupan un lugar importante en las cadenas de valor agrícola del Perú. «Estos dos productos tienen alrededor de 300 000 productores, quienes han sembrado entre 400 000 y 450 000 hectáreas en las últimas dos décadas. Esto los convierte en cultivos de gran impacto social», explicó. Sin embargo, subrayó que el desafío es transformar este impacto social en un impacto económico sostenible.
«Debemos trabajar en seguir mejorando la competitividad de los pequeños productores: incorporar tecnología, reducir costos y aumentar las utilidades», enfatizó.
El rol del mercado y la sostenibilidad
Una de las claves para el éxito del cacao y el café ha sido el desarrollo de mercados internacionales. «Estamos presentes en al menos 80 mercados en todo el mundo, pero aún hay grandes oportunidades, especialmente en países como China, India e Indonesia, donde el consumo es bajo pero tiene un enorme potencial», señaló.
En cuanto a sostenibilidad, Yturrios destacó la importancia de aumentar la productividad sin expandir la frontera agrícola. «Tenemos que crecer produciendo más en el mismo espacio. Eso solo es posible con tecnologías adecuadas que permitan mejorar el rendimiento sin presionar los bosques», afirmó.
Oportunidades de financiamiento climático
El experto también abordó el potencial del financiamiento climático para apoyar a los pequeños productores en la Amazonía. «Estos agricultores tienen un enorme potencial para contribuir a la recuperación de la Amazonía. Debemos asegurar que sean beneficiarios de estos fondos climáticos, ya que muchos están en zonas altamente deforestadas», enfatizó.
Finalmente, el experto llamó a la acción conjunta entre el sector público, privado y financiero para aprovechar las actuales condiciones favorables del mercado. «Es un buen momento: los precios del café y cacao son los más altos en años. Invertir ahora en tecnología y sostenibilidad garantizará un futuro competitivo y rentable para los productores», concluyó.