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lunes 14, octubre 2024

Ayacucho: conductor de CIVA preso por accidente donde fallecieron excongresista Edgar Alarcón y 16 personas

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El exceso de velocidad y cansancio habrían sido las causas del accidente de Civa que el pasado 14 de mayo enlutó a 17 familias. Así lo ha demostrado el representante del Ministerio Público de Ayacucho, quien de acuerdo con las investigaciones indica que la tripulación, los choferes empataron el viaje de Lima – Ayacucho después de unas horas de haber llegado de la ciudad de Chiclayo.

Los hechos de la tragedia

El 12 de mayo, el bus de la empresa de transportes Turismo CIVA SAC, de placa de rodaje F5D-959, salió de la ciudad de Chiclayo con destino a la ciudad de Lima, conducido por Santos Custodio Valencia y Alan Rufino Solís Torres, quienes llegaron al terminal de Javier Prado aproximadamente a las nueve de la mañana del 13 de mayo.

Ese mismo día, a las 8:50 de la noche, se inició el viaje sin retorno de 17 peruanos, entre madres de familia, padres que le dijeron a sus hijos que volverían a verse, hijos que regresaban de pasar un Día de la Madre. Esta ruta era: Lima – Chincha – Pisco – Ayacucho y viceversa.

Aproximadamente a las 00:15 ya del 14 de mayo, Santos Custodio Valencia, pasando la zona de San Clemente, recoge de manera informal, seguramente por ganarse unos centavos más a quien en vida fue Crizalida Martínez Guillén. Como el vehículo estaba lleno de pasajeros, ella, quien se dirigía a Ayacucho, se sentó al costado del conductor.

Aproximadamente a las 00:50, se produjo el relevo de conductores, por inmediaciones del peaje Pacra, fue entonces el turno de Solís Torres, quien condujo el vehículo hasta la altura del peaje de Rumichaca, donde nuevamente tomó el volante Custodio Valencia a las 4:50 de la mañana.

Estos hechos se mezclan con acciones negligentes que están claramente identificadas en el Reglamento Nacional de Administración de Transporte, donde los choferes del bus de CIVA enfrentarán las consecuencias de su negligencia y, aparentemente, se extenderá la responsabilidad a la administración de la propia empresa.

Las faltas graves que ocasionaron la muerte

En primer lugar, la sobrecarga de pasajeros, la norma indica que el conductor no debe permitir que más pasajeros de los permitidos suban al vehículo, lo cual contraviene las normas (Artículo 29 del referido reglamento) que regulan la capacidad máxima de ocupantes que debe respetar cada vehículo de transporte público.

Luego, el hecho de permitir que cualquier pasajero se siente en lugares no destinados para ellos (Artículo 141), la investigación fiscal indica que un pasajero se sentó al lado del conductor, en un área reservada exclusivamente para la operación del vehículo.

Esto es una clara violación de las normativas que buscan asegurar la seguridad mediante la restricción del área de conducción solo al personal autorizado.

Finalmente, la falta de descanso adecuado para el conductor (Los artículos 30 y 33), según la investigación preliminar, el conductor sufrió episodios de microsueño debido a fatiga, lo que claramente indica que no se cumplió con las regulaciones sobre los períodos de descanso obligatorios para los conductores, poniendo en riesgo la seguridad del servicio y que el desenlace final ha sido la muerte de varios pasajeros.

Pero esto no sería todo, según la información recabada, el vehículo, a eso de las 5:30 de la mañana, registró la aceleración de velocidad ocasionando que el bus se despiste a la altura del kilómetro 242.900 de la Vía Libertadores, cayendo por una pendiente aproximadamente 37 metros, llegando a la cuneta con las llantas arriba en el kilómetro 243.

El resto es contado por la tragedia que viven actualmente los familiares de 17 pasajeros que compraron uno de los pasajes más caros en el mercado de transporte de la ruta Lima – Ayacucho, que se jactaba por la seguridad del caso, sin embargo, el resultado es otro.

Pero no termina allí, como se dice, “el muerto, muerto está… las lágrimas las llevan los vivos”, y es el caso de los heridos que fueron trasladados a las diferentes dependencias de salud de la región de Ayacucho, cuya situación es muy delicada y salir de esta tragedia todavía va a demorar.

La Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huamanga es quien lleva el caso y está dirigida por el fiscal Juan Carlos Ames Blas.

Por lo pronto, Santos Custodio Valencia estará tras las rejas, pues la investigación se llevará a cabo por los delitos de homicidio culposo y lesiones graves. Aquí recordamos a los pasajeros que ahora ya no están con nosotros: Édgar Arnold Alarcón Tejada, Diana Marizol Añanca Cano, Brenda Jesús Ricapa Fajardo, Selmira Rita Pretell Albújar, Gerardo Agustín Portocarrero Rojas, Eduardo Mendoza Paz Horostegui, Crizalida Martínez Guillén, Óscar Benjamín Llacuachaqui Sánchez, Jesús Fernando Julca Suárez, Odilia Huamán Obando, Luis Alberto Culqui Vargas, Eduardo Raúl Alarcón Bastidas, Loida Gutiérrez Orejón, Keler Adelfo Chagua Tucto, Flavio Agüero Mendoza, Elizabeth Yupanqui Coras y Ángel Rosalino Santos Silvera.

También a los heridos: Yaritza Tatiana Huaccachi Díaz, Milagros Del Rosario Julca Calle, Sonia Aguirre Calle, Félix Moreno Arenas, Carlos Enrique Farfán Chuquilín, José Christian Chávez Cruz, Yenny Jaquelin Díaz Cruz y Arnaldo Abelardo Guerrero Calle.

Lea la nota original aquí o visita el medio Diario Jornada

 

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