El proceso para la creación de la Reserva Comunal Bajo Putumayo Yaguas (RCBPY) avanza con el respaldo de las 13 comunidades nativas involucradas, en una de las iniciativas más destacadas de conservación en Loreto. Con una extensión de 160 604 hectáreas, la nueva área natural protegida busca resguardar ecosistemas estratégicos de la región, como los bosques húmedos del Solimões – Japurá y los bosques inundables del Amazonas. Estos ecosistemas son vitales para la supervivencia de especies emblemáticas como el manatí amazónico, el otorongo y el lobo de río.
Un proceso participativo en Iquitos
Entre el 27 y el 28 de marzo, la ciudad de Iquitos fue escenario de la Reunión de Diálogo, un encuentro clave entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y los representantes de las comunidades nativas. Durante el evento, se discutieron aspectos fundamentales como la delimitación de la futura reserva, los compromisos para su gestión y la denominación oficial del nuevo territorio. Finalmente, se acordó que el nombre de la reserva será Bajo Putumayo Yaguas.
Un momento clave del encuentro fue la firma del acta de consulta, un acuerdo formal entre el Estado y las comunidades, que marca el compromiso mutuo para la creación de esta área protegida. El proceso se ha caracterizado por su enfoque inclusivo, que ha promovido la participación activa de las mujeres. Para asegurar su presencia en el proceso, se implementaron espacios de cuidado infantil, lo que facilitó su participación en las decisiones importantes.

Fortalecimiento de capacidades locales
El proceso de consulta y participación también incluyó la realización de talleres informativos entre el 21 de febrero y el 3 de marzo de 2025, en los que líderes comunales y representantes de experiencias exitosas en gestión comunal compartieron conocimientos. Estos talleres, realizados en las 13 comunidades nativas, sirvieron para fortalecer las capacidades locales en la gestión sostenible de áreas naturales protegidas.
Además de la conservación de la biodiversidad, la creación de la RCBPY tiene un impacto positivo en la gestión territorial, fortaleciendo el corredor biológico binacional entre Perú y Colombia. Esta iniciativa resalta la importancia de un modelo de conservación en el que las comunidades nativas son las principales gestoras del territorio.
Un modelo de gestión compartida
Este proceso de creación de la reserva no solo resalta la importancia de la participación comunitaria, sino también el modelo de gestión compartida, que pone a las comunidades al frente de la protección del medio ambiente. La reserva tiene el respaldo del Estado y de aliados estratégicos que apoyan la gestión sostenible del territorio, garantizando el bienestar de las comunidades locales y la protección de los ecosistemas en los que dependen.