HUÁNUCO. En el Valle del Monzón, un grupo de mujeres cafetaleras experimentó una transformación gracias al proyecto Alianza Café. Esta iniciativa, que ahora concluye su intervención en la zona, dejó una huella en la vida de productoras como Yolanda Acosta Noreña y Lisbeth Justo Javier, quienes hoy se erigen como lideresas en sus comunidades.
Yolanda Acosta Noreña, socia de la Cooperativa Agraria Aprocaf Valle del Monzón y productora de café y cacao en el centro poblado de Sachavaca, relata cómo los talleres de capacitación de Alianza Café fortalecieron sus conocimientos y liderazgo.
«He cambiado bastante de la vida que he llevado. He sido una persona machista, pero ahora mi vida es distinta. Ahora tengo paciencia, sé escuchar, he aprendido muchas cosas para poder ser líder», afirma Acosta.
Mujer Café
El proyecto Mujeres Café, parte de Alianza Café, fue fundamental. A través de cuatro módulos de entrenamiento, las participantes trabajaron en identificar recursos en su entorno y poner en marcha su liderazgo. Lisbeth Justo Javier, quien lideró estos talleres, destaca: «Las mujeres han perdido el miedo, han tenido más seguridad y más confianza para hablar en público».
Alianza Café también abordó temas cruciales como la eliminación de los riesgos del trabajo infantil en la agricultura, la promoción de roles compartidos en el hogar y la participación de la mujer en la comercialización del café. Estos esfuerzos contribuyen a cambiar dinámicas familiares y comunitarias arraigadas.
Asistencia técnica
El proyecto brindó asistencia técnica a los productores para mejorar sus prácticas agrícolas y la calidad de su café. Se han implementado laboratorios, instalado semilleros para purificar aguas residuales y proporcionado maquinaria para optimizar el proceso de producción.
Las beneficiarias del proyecto tuvieron la oportunidad de participar en encuentros regionales, como el realizado en Moyobamba, donde compartieron experiencias con lideresas de otras cooperativas. Además, fueron parte de iniciativas como el Photovoice, que busca visibilizar el rol de la mujer en la producción cafetera.
Fin del programa
El cierre del proyecto Alianza Café marca el inicio de una nueva etapa para estas mujeres líderes. Yolanda Acosta, quien ahora preside el Comité de Mujeres en Aprocaf, refleja el espíritu de cambio: «Gracias a ellos, ya hay algunas mujeres que han aprendido bastante de depender de ellas mismas, de no depender del hombre».
Lisbeth Justo Javier señala: «Veo a las mujeres que están más interesadas en capacitaciones de diferentes organizaciones. Veo la mayor participación de las mujeres, eso quiere decir que las mujeres sí están esperando aprender».
Con la conclusión de Alianza Café, el Valle del Monzón se encuentra en un punto de inflexión. Las mujeres capacitadas y empoderadas por el proyecto ahora tienen la responsabilidad de continuar el legado, compartiendo sus conocimientos y liderando el cambio en sus comunidades.